Ni rastro del pistolero que este sábado, cuando faltaban pocos minutos para las once de la noche, armado con una pistola y tapado por la capucha de una sudadera de color negro, disparó al pecho a uno de los clientes de la terraza del restaurante El Templo de la Pizza de la avenida de Gaudí, a pocos metros de la Sagrada Familia, en Barcelona.

Los Mossos d'Esquadra, alertados de un tiroteo por varios testigos, buscaron al autor del único tiro, pero a estas alturas todavía no lo han detenido, según han explicado fuentes de la policía catalana a ElCaso.com la tarde de este domingo.

Los Mossos intentan averiguar qué perseguía al autor del tiro

Las investigaciones las llevan los agentes del Área de Investigación Criminal (AIC) de la región de Barcelona y no ha trascendido si los investigadores han podido aclarar a quien puede ser el pistolero y cuál era su objetivo.

Lo que sí que se ha podido confirmar es que el autor del tiro que provocó un neumotórax al hombre de unos 50 años que estaba sentado en la terraza todavía no se ha podido detener. Según las informaciones recogidas por la policía el hombre escapó, armado, por la calle de Roselló con Lepanto, en dirección Besòs, según adelantaron anoche ElCaso.com. Los agentes tienen varias versiones sobre cómo escapó el pistolero y si utilizó un taxi o se marchó corriendo.

Fuentes de la policía catalana mantienen silencio sobre el avance de las investigaciones, pero han explicado que el pistolero conocía a la víctima y tenía claro cuál era su objetivo. El herido sigue ingresado grave, aunque no se sufre por su vida.

El ruido de la avenida de Gaudí se detuvo de repente

Agentes de los Mossos d'Esquadra tienen decenas de testimonios y algunas versiones que no cuadran. Mientras los agentes de la policía científica acordonaron la terraza y recogieron vestigios del ataque, sus compañeros de investigación empezaron a escuchar a todos los otros clientes y los amigos del hombre que fue abatido.

Ahora tendrán que poner orden e intentar aclarar qué pasó. Los hechos se fueron muy rápidos, aseguran algunos testigos. Se oyó un tiro y la gente empezó a correr, viviéndose escenas de mucha tensión.

Tiroteo Barcelona / Guillem Ramos

Imagen de la zona del tiroteo, esta mañana de domingo / GRS

La gente se pensaba lo peor, y un posible atentado terrorista fue el primer pensamiento de la mucha gente que en aquella hora llenaba hasta la bandera las terrazas de toda la avenida que une el hospital de Sant Pau con la basílica de la Sagrada Familia de Antoni Gaudí.

Según han explicado algunos vecinos, cada noche del fin de semana, desde que se ha iniciado la reapertura de los bares y establecimientos, la multitud que se concentra complica el descanso de los vecinos. Este sábado no fue una excepción, hasta el momento de los hechos. El tramo final de la avenida se llenó de policías.