El pistolero de Tarragona tenía que recibir la eutanasia la semana que viene, pero el proceso ha quedado paralizado, ya que las víctimas han presentado un recurso para que lo puedan juzgar antes de la muerte asistida. Así pues, hasta que no se resuelvan estos recursos, Sabau no recibirá la eutanasia que tenía prevista para la semana que viene.
Según ha podido saber la Cadena Ser, la fecha que habían fijado para la muerte asistida de Marin Eugen Sabau, de 46 años y de nacionalidad rumana, era el 28 de julio. A ocho días de la eutanasia, el procedimiento ha quedado paralizado, ya que las víctimas quieren que el pistolero de Tarragona sea juzgado por lo que hizo, ya que está imputado por cinco homicidios en grado de tentativa.
Las víctimas del pistolero de Tarragona quieren que lo juzguen antes de morir
Así pues, habrá que esperar a que la jueza instructora decida si acepta los recursos de las víctimas e impide que Sabau reciba la eutanasia hasta que se celebre el juicio. Las cinco personas que casi mueren en el tiroteo explican que si Marin Eugen Sabau muere asistidamente antes del juicio, no se estaría respetando el derecho a la tutela judicial efectiva, ya que nunca podría pagar por lo que hizo ni compensar a las víctimas de ninguna manera.
En un primer momento, la jueza explicó que su derecho a morir de manera digna iba por encima de lo que reclamaban las víctimas y que, en el ámbito legal, no podía intervenir. No obstante, después de recibir los recursos de los afectados, ha decidido que se lo revisará y que tomará una decisión.
Los atacó porque lo habían echado del trabajo
Marin Eugen Sabau, además de los cinco homicidios en grado de tentativa, también está acusado de tenencia ilícita de armas y de atentar contra los agentes de la autoridad. Según la investigación de los Mossos d'Esquadra, el motivo del ataque fue que lo habían echado del trabajo.
Después de intentar matar a sus excompañeros y a sus jefes, se atrincheró en una masía de Riudoms (Tarragona) hasta que los policías lo neutralizaron. Sabau quedó herido crítico y, desde entonces, ha estado ingresado en el hospital penitenciario de Terrassa (Barcelona).
El pistolero de Tarragona pidió la muerte asistida
Desde entonces, su estado de salud es muy complicado, ya que tiene secuelas que le provocan un gran dolor físico, no puede caminar y le tuvieron que amputar una pierna. Por este mismo motivo, ha pedido la muerte asistida, pero habrá que esperar a la resolución de los recursos para saber si recibirá la eutanasia antes del juicio o no.