Este lunes de madrugada, los vecinos de un bloque de pisos de la calle Menorca de Tarragona tuvieron que abandonar sus camas a toda prisa después de ser alertados de un escape de gas en el edificio. El teléfono de emergencias 112 recibió el aviso pocos minutos después de la medianoche y hasta el lugar se desplazaron tres dotaciones de los Bombers de la Generalitat que evacuaron la cuarentena de inquilinos mientras ventilaban la vivienda de la quinta planta donde se había detectado la incidencia. Los sanitarios del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) asistió a una mujer y a sus cuatro hijos menores de edad, todos afectados por inhalación de monóxido de carbono, y los evacuaron al Hospital Moisés Broggi donde los atendieron con la cámara hiperbárica.
Había pinchado el suministro del gas
Los Mossos d'Esquadra, que también se desplazaron con algunas patrullas, abrieron una investigación para aclarar las circunstancias en torno a este escape. Lo que encontraron propició que abrieran diligencias penales contra la mujer intoxicada por monóxido por un supuesto caso de manipulación ilegal del suministro del gas, según ha adelantado el Diari de Tarragona y han confirmado fuentes policiales a ElCaso.com.
Las pesquisas policiales revelaron que el viernes pasado la empresa del gas había cortado el suministro por este piso en concreto, haciendo que la válvula no se pudiera abrir. Para tener agua caliente, sin embargo, la mujer había manipulado la instalación colocando un by-pass. Pero esta solución casera se hizo de manera tan torpe que la caldera empezó a acumular gas, al no tener regulador, y se produjo el escape. Se solicitó la presencia de un técnico de la compañía que retiró este by-pass y se volvió a precintar todo. Los vecinos pudieron volver a sus viviendas pasadas las dos de la madrugada, una vez el edificio quedó libre de monóxido de carbono.
Por todo eso, los Mossos investigan a la mujer por un supuesto delito de defraudación de flujo y por cuatro delitos de lesiones por imprudencia grave. De momento, ni ella ni sus hijos, todos de nacionalidad extranjera, han recibido el alta médica, pero no se teme por sus vidas.