Los nervios y los intentos de no ser descubiertos pueden llevar a veces a inventar excusas muy surrealistas y poco creíbles a la hora de disimular para no ser pillados. Eso es lo que pasó el 28 de agosto en Blanes, cuando hacia las doce y media del mediodía unos agentes de la Policía Local que patrullaban por el centro de la ciudad vieron un coche sospechoso que circulaba por la rambla Joaquim Ruyra. Al comprobar los datos de su matrícula en las bases policiales, les figuraba que había sido dado de baja y no podía estar circulando, así que decidieron pararlo. Los dos ocupantes, al darse cuenta de la presencia de los policías, intentaron esquivarlos, pero ya era demasiado tarde.
Una excusa muy poco creíble
Los agentes hicieron una primera inspección ocular del interior del vehículo y vieron que tanto en los asientos traseros como en el maletero había cinco cajas. Los agentes preguntaron a los dos ocupantes qué transportaban y los dos hombres les contestaron que se trataba de ropa para vender en Wallapop. Los agentes, sin embargo, no se creyeron esta excusa y les pidieron que abrieran las cajas, momento en el cual pudieron comprobar que en el interior había varios paquetes precintados llenos de cogollos de marihuana. El empaquetado era muy elaborado con una bolsa envasada al vacío para evitar olores, envuelta con diferentes capas de bolsas y plásticos, dentro de cajas de cartón envueltas con papel de embalar.
Ante esta situación, los dos ocupantes del vehículo, extranjeros, quedaron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y fueron trasladados a las dependencias policiales junto con la marihuana, que quedó confiscada. En total había 36,9 kilos de droga. Los dos detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Blanes y el juez ordenó su ingreso en prisión.