Como mínimo once personas han muerto en las últimas 24 horas en la ciudad de Estambul para ingerir alcohol adulterado. Además, 38 personas, entre las cuales 26 de extranjeras, han resultado heridas y han tenido que ser ingresadas en varios centros hospitalarios de la capital de Turquía también intoxicadas por haber consumido alcohol mezclado con metanol. Se trata de una sustancia química utilizada en la fabricación de productos cosméticos o líquido anticongelante que, mezclado con otros alcoholes, aumenta la graduación al mismo tiempo que reduce el precio.

"¡Vayan con cuidado! El número de muertes está aumentando", ha alertado al gobernador de Estambul, Davut Gül, ante esta oleada de intoxicaciones. Se ha cancelado la licencia a 63 negocios donde se vendía este alcohol adulterado y se ha advertido que "todo el mundo que cause la muerte mediante su venta será identificado y llevado ante la justicia". Y es que la subida de impuestos que ha habido en Turquía sobre las bebidas alcohólicas ha disparado la producción clandestina de alcohol, que en muchas veces acaba adulterado. De hecho, el año 2024 se cerró con más de un centenar de intoxicaciones por este motivo y 48 personas murieron en el país para ingerir alcohol mezclado con sustancias tóxicas.

El alcohol mezclado con metanol, un peligro para la salud

El caso de Turquía no es único. En muchos países del sureste asiático o de Oceanía también se fabrica alcohol de manera irregular y clandestina, con los peligros que eso puede llegar a provocar. El pasado mes de diciembre, en las Fiyi, siete turistas extranjeros acabaron en el hospital después de tomar piña colada en el bar de un complejo turístico. Peor fue el caso de Laos el pasado mes de noviembre, donde seis turistas murieron al consumir alcohol mezclado con metanol.