No es ningún secreto que existen centros de estética o clínicas capilares que actúan de manera ilegal y ofrecen precios mucho más económicos que algunas cadenas o tiendas más conocidas para atraer clientes. Al mismo tiempo, estos clientes se exponen a que los resultados no sean buenos o, en el peor de los casos, les provoque alguna reacción que pueda acabar afectando a su salud. Este martes, 5 de agosto, en la ciudad de Barcelona, se pudo acabar con uno de estos negocios que actuaba de forma fraudulenta y ponía a su clientela en un grave riesgo.
Los hechos tuvieron lugar cuando unos agentes que estaban patrullando por la Dreta del Eixample observaron cómo un centro de estética situado en un local en los bajos de un edificio estaba ocupando de forma ilegal la vía pública con su cartelería, tal como han explicado fuentes municipales a ElCaso.com. Así pues, los agentes accedieron al establecimiento para advertir a la responsable y decidieron hacer una inspección rutinaria para ver si podrían estar incumpliéndose otras normativas. Al comprobar la documentación, descubrieron que la clínica hacía tratamientos de medicina estética sin autorización.
Inyecciones de productos caducados y material sin esterilizar
Los efectivos de la Guardia Urbana también pudieron ver cómo los productos inyectables estaban caducados y comprados en portales no autorizados. Además, no se tomaba ningún tipo de medida higiénica y el material que se utilizaba para las intervenciones no estaba esterilizado. Así pues, se precintó el local para que no pudiera seguir con su actividad, mientras que la responsable del negocio, una mujer de quien no se ha facilitado edad ni nacionalidad, como tampoco si tenía antecedentes por hechos similares, ha quedado investigada por un delito de intrusismo laboral y otro contra la salud pública.