Temeraria persecución la que este jueves por la noche se vivió en las comarcas de Girona. Todo empezó hacia las nueve de la noche, cuando efectivos de los Mossos d'Esquadra tenían montado un control de tráfico en el kilómetro 476 de la carretera N-II, a la altura del núcleo de Creixell, en el término municipal de Borrassà, en el Alt Empordà. Los agentes pararon un vehículo y le pidieron el carnet de conducir al conductor, pero este les dijo que no lo llevaba encima e hizo una maniobra evasiva para empezar con su huida. Acto seguido, los agentes policiales salieron detrás de él y se inició una persecución a la cual se fueron sumando cada vez más efectivos de la policía catalana.
Durante varios kilómetros, el fugitivo circuló de forma temeraria y a toda velocidad, provocando al resto de usuarios de la vía tenían que esquivarlo para no tener un accidente. Al llegar a Medinyà, ya en el Gironès, sin embargo, se encontró a unas patrullas que le cerraban el paso, así que hizo un cambio de sentido con el cual llegó a provocar destrozos en un vehículo policial. Su huida, sin embargo, ya no llegaría mucho más lejos, ya que se acabaría accidentando y sufriendo una salida de vía para acabar con el coche en medio de un campo.
Dos agentes de los Mossos heridos
Finalmente, los Mossos pudieron detener al conductor, un hombre de 46 años con un antecedente de quien no se ha facilitado la nacionalidad, como presunto autor de los delitos de conducción temeraria, daños, atentado, resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad. Además, según ha adelantado el Diari de Girona, dio positivo en la prueba de alcoholemia y también lo denunciaron por no disponer del seguro del vehículo. Por su parte, durante la persecución, dos agentes de los Mossos sufrieron heridas leves cuando lo quieren parar, uno de ellos en el brazo y el otro en la pierna.