A la hora de cazar, no todo vale. No se puede capturar a todos los animales, ni tampoco hacerlo de cualquier manera. En el Berguedà (Barcelona), sin embargo, parece que un hombre no solo no lo ha entendido, sino que ha hecho ambas cosas a la vez, hasta que los Mossos d'Esquadra lo han pillado. Los hechos tuvieron lugar el pasado 17 de octubre, cuando efectivos de la comisaría de Berga de la policía catalana estaban patrullando por la zona del lago de Graugés y vieron una red japonesa para capturar pájaros fringílidos en medio de un campo de girasoles.
Una trampa que había matado a varios pájaros
Los agentes se acercaron a la red, un método de captura masiva que está prohibido en Catalunya, y vieron que un hombre la estaba manipulando y la colocaba en otro punto del campo. Por este motivo, identificaron al hombre y descubrieron que no era la primera vez que lo hacía. Pocas semanas antes, en septiembre, ya había sido denunciado administrativamente por tenencia de red japonesa, tener pájaros fringílidos sin autorización y sin anillar y no tener la autorización para la tenencia o transporte de pájaros fringílidos. A pesar de que le habían avisado de que no podía hacerlo, reincidió y esta vez fue a más, ya que lo pillaron con la red colocada.
Al inspeccionar la zona donde se encontraba, los agentes descubrieron que había tres pájaros fringílidos muertos. El hombre, de 24 años y de quien no se ha facilitado nacionalidad, había colocado la trampa para intentar cazar tantos pájaros como cayeran en ella con el fin de, supuestamente, revenderlos o hacer cría. Sin embargo, los que cayeron acabaron atrapados y murieron. Por este motivo, el joven fue denunciado penalmente por un delito contra la fauna, ya que tanto el uso de métodos de captura como las redes japonesas como la caza y el comercio de pájaros fringílidos están prohibidos en Catalunya.