Los Mossos d'Esquadra detuvieron este sábado 26 a un hombre que circulaba temerariamente por la B-520, entre Santa Eugènia y Taradell, en Osona. Después de recibir un aviso de un conductor bebido que zigzagueaba, los agentes intentaron hacerlo pasar por varias pruebas de alcoholemia, y cuando lo lograron, lo pudieron detener porque el etilómetro daba 1,19 mg/l. El detenido, un hombre de 54 años sin antecedentes, cuya nacionalidad no ha sido facilitada por los Mossos d'Esquadra, fue detenido por tres delitos y, finalmente, puesto en libertad.
Los hechos tuvieron lugar hacia las tres y media de la tarde del sábado, cuando los testigos de un coche que circulaba detrás del camión vieron que este conducía de forma temeraria, haciendo eses y saliendo de su carril, motivo que les hizo avisar un vigilante municipal de Taradell. Cuando el vigilante lo paró, pudo ver que presentaba claros indicios de ir bebido, y pidió a los Mossos d'Esquadra que fueran al lugar para someterlo a un control de alcoholemia.
Una botella de whisky y dos cervezas
Si bien al final lo consiguieron, no fue sencillo, porque el hombre se negaba constantemente a hacerlo. Finalmente, acabó aceptando, bajó del camión y, al abrir la puerta, los agentes pudieron ver que dentro de la cabina llevaba una botella de whisky medio vacía y dos cervezas acabadas. Aunque el comportamiento del hombre era ya de por sí un gran indicador que iba bebido, los agentes pudieron convencerlo finalmente de hacer la prueba, aunque solo aceptó parcialmente e hizo una de las dos obligatorias. El resultado fue claro, el hombre había consumido alcohol y así lo dejó registrado el etilómetro, mostrando un resultado de 1,19mg/l, llegando casi a cinco veces el máximo permitido.
Pasa a disposición judicial y se le deja en libertad
A pesar de la insistencia de repetir la prueba, acción que es obligatoria, el hombre se seguía negando, tanto por su actitud poco colaborativa como porque su ebriedad se lo dificultaba. A causa de su respuesta, los agentes lo denunciaron por una negativa a someterse a la prueba de alcoholemia, que se le sumó a sus otros dos delitos: circular bajo los efectos del alcohol y conducir temerariamente. La patrulla se lo llevó detenido y al día siguiente pasó a disposición judicial, aunque no sirvió de mucho, ya que, según han confirmado fuentes policiales a ElCaso.cat, el hombre ha sido puesto en libertad.