Un terrible suceso ha dejado Francia conmocionada este domingo. A primera hora de la tarde, un hombre de 41 años se ha presentado en la comisaría de policía de Dieppe, una localidad costera al norte del país, y ha confesado que había matado a sus tres hijas. Rápidamente, varios agentes se han desplazado hasta el domicilio del hombre en Alfortville, una comuna al sur de París, a unos 200 kilómetros de las dependencias policiales a donde se había ido a entregar. Allí, en una pequeña vivienda en el muelle Jean-Baptiste-Clément, en la orilla del río Sena, la imagen que se han encontrado a los agentes cuando han forzado la puerta los ha dejado en estado de schock.

Las tres niñas, de 5, 10 y 11 años, estaban muertas, una sobre el sofá y las otras dos tapadas con una manta, según apunta Le Parisien. Dos de ellas, con múltiples heridas por arma blanca, habrían muerto apuñaladas, mientras que de la tercera no han trascendido cómo ha muerto. La fiscalía de Créteil se ha hecho cargo del caso y la policía judicial de Val-de-Marne ha abierto una investigación sobre los tres crímenes. El padre, de nacionalidad marroquí, ha quedado detenido acusado de asesinato.

La madre, desaparecida

El autor del parricidio tiene antecedentes por violencia doméstica y en el año 2021 fue condenado a 18 meses de prisión por un delito de violencia conyugal y otro de violencia contra un menor de 15 años. Además, se le había impuesto una orden de alejamiento a su pareja y a sus hijas. Estas medidas, sin embargo, se levantaron el pasado mes de agosto y desde entonces las menores estaban en custodia compartida entre los dos progenitores.

Los investigadores de la policía han intentado ponerse en contacto con la madre de las niñas, pero no lo han conseguido. La mujer, de 36 años, vive en Marolles-en-Brie, otra comuna muy próxima al lugar de los hechos, pero a estas alturas se encuentra desaparecida. El detenido asegura que no sabe nada de ella, pero los investigadores temen que, con sus antecedentes y habiendo sido capaz de matar a sus hijas, también haya acabado con su vida y se haya deshecho del cadáver.