Un partido amistoso de fútbol juvenil entre el equipo cadete Mas Pellicer de Reus y el C. F. Vila-seca del domingo pasado acabó de manera agridulce para uno de los jugadores, un chico de 15 años. El adolescente, originario de la República Dominicana, aseguró la victoria a su equipo marcando un gol que dejó el marcador en 1-0 a favor del Reus. Después del encuentro, sin embargo, cuando ya se estaba yendo a casa, sufrió una agresión por parte, presuntamente, de uno de los padres del Vila-seca, quienes le cogió del cuello y le amenazó por haber ganado el partido.
Más allá de tener mal perder, tanto la víctima como su madre están convencidos de que el hombre que ha cometido la agresión lo hizo por el color de la piel del chico. "Es un tema racial", ha asegurado la madre en declaraciones recogidas por La Vanguardia. "Quien esperó a mi hijo, además, sabía que estaría solo". Decidieron denunciar los hechos ante los Mossos d'Esquadra para evitar que alguna cosa así vuelva a suceder, ni a la víctima ni a ningún otro chico del equipo.
Ya le había amenazado anteriormente
Según el relato del joven futbolista, no sería la primera vez que este hombre se muestra violento con él. "En el campo ya me había insultado con otros padres del Vila-seca", ha explicado. El chico tiene miedo de que este padre vuelva a agredirlo, incluso con más gente. La agresión le ha provocado una contractura en la espalda: el hombre le habría cogido del cuello para estamparlo contra la valla del campo del Mas Pellicer, cuando el chico volvía a casa con su patinete.
Los gritos de la víctima alertaron a una vecina, que salió de casa para ver qué pasaba. Eso provocó que el presunto agresor soltara al chico y se marchara corriendo hacia el coche, donde le esperaban su pareja y su hijo. El adolescente tuvo la entereza de fotografiarlo antes de que se esfumara, y pudo entregar a los Mossos una imagen de la matrícula, así como del sospechoso cuando subía al vehículo.