Una mujer de Málaga que llevó el ordenador a reparar acabó destapando que su hijo tenía y distribuía pornografía infantil. Poseía cientos de fotos de niñas enseñando sus genitales, en ropa interior o bañador.

Una mujer envía a reparar su ordenador de casa

El caso se remonta a abril de 2018, cuando una mujer de la ciudad de Málaga quiso reparar un ordenador de su casa, que había dejado de funcionar.

Parecía que el disco duro, de un ordenador de sobremesa, se había averiado y tuvo que acudir a un taller especializado en reparación de equipos informáticos que tiene su sede en Madrid, detalla Diario Sur.

Foto de archivo de un ordenador / Pixabay

Una empresa de mensajería recogió el equipo en casa de la mujer y lo entregó a los informáticos para que lo arreglaran. Tras examinarlo, un técnico localizó el problema y reparó parte del disco duro, lo que permitió duplicar el contenido sobre otro nuevo.

Pero cuando hizo el traspaso de información, el informático revisó los archivos recuperados y se topó con imágenes de niñas en posturas sexuales.

Encuentran pornografía infantil

El propio especialista avisó por correo electrónico a la Policía Nacional de que había encontrado archivos de contenido pedófilo en el ordenador de una clienta. Para investigar el tema, se activó la Brigada Central de Investigación Tecnológica (BIT), que analizó –autorizado por un juzgado de Madrid– el contenido del disco duro.

Agente revisando archivos en un ordenador / Policía Nacional

En el disco encontraron una carpeta llamada "carpeta de mierda" en la que había almacenadas 392 imágenes que mostraban a niñas enseñando los órganos genitales, en ropa interior o en bañador.

De ellos,  57 archivos correspondían a tres conocidas series de pornografía infantil que los policías ya habían investigado en otras ocasiones. También, con este análisis, se pudo determinar gracias a textos y otras fotos, que el ordenador era de uno de los hijos de la mujer.

Su hijo distribuía y tenía fotos de niñas enseñando los genitales

No fue hasta septiembre del mismo año 2018 cuando los investigadores se presentaron en el domicilio de la familia para registrarlo. Los padres pudieron corroborar entonces que el disco duro que se envió a la reparación era del hijo ahora condenado.

En su habitación encontraron otro ordenador, en el que había otra carpeta llamada "carpeta de mierda sustituta".

En este caso no se encontró pornografía infantil, aunque sí unos dibujos muy realistas de menores, con archivos clasificados por edades, practicando sexo.

Un año de cárcel

Para la Fiscalía, los hechos suponen un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil, por el que pedía una pena de tres años de prisión, otros tres de libertad vigilada y la obligación de realizar un curso de educación sexual con control de los impulsos. Además, solicitaba que se le prohibiera comunicarse con menores por redes sociales.

Finalmente, en el juicio, que se celebró el pasado 21 de septiembre, el acusado aceptó los hechos que se le imputaban y se dictó sentencia de conformidad, lo que supuso una rebaja de la pena de tres a un año de cárcel.