El Empordà siempre ha sido, por su cercanía a la frontera francesa o sus congostos y senderos, un lugar propicio para el contrabando u otros quehaceres de los delincuentes. En este tipo de prácticas ilegales, en cierta medida, se incluyen varias competencias policiales, algunas ejercidas por los Mossos d'Esquadra, como la seguridad ciudadana, otras por la Policía Nacional, como extranjería, o por Policía Local, en el caso de ordenanzas municipales, por ejemplo. Los operativos conjuntos en la zona son habituales, para agilizar los procesos en los que interceptan a infractores, criminales o ladrones. ¿Qué sucede si la persona a la que pillan tiene una orden de búsqueda y captura internacional o de expulsión? ¿Y si lo busca otro cuerpo policial? ¿Cómo influye la tramuntana y dificultan la actuación los municipios diseminados ampurdaneses?
La triple actuación policial: así son los controles
Policía Nacional, Mossos d'Esquadra y Policía Local de Llançà montan habitualmente, como ha podido saber ElCaso.com, operativos conjuntos en el municipio, tanto por carretera como en la estación de tren. Este tipo de actuaciones sirve para pillar tanto a delincuentes que intentan cruzar a Europa y huir de la justicia, como para aquellos que quieren acceder, aunque la primera parada donde serán interceptados, en un principio, será Portbou. El primer filtro, al entrar a un tren de Rodalies tras avisar al maquinista de que los agentes querían realizar una inspección, son los vigilantes de seguridad de Renfe, que son los primeros en dar la voz de alarma si observan alguien o algún comportamiento sospechoso.
Accedemos al tren. Todos los cuerpos policiales hacen una búsqueda exhaustiva de posibles delincuentes, o personas que atenten contra la seguridad de los viajeros, pero siempre intentando focalizarlo en sus competencias. Lo que no quiere decir que Policía Nacional o Policía Local de Llançà no puedan realizar detenciones en lo que respecta a seguridad ciudadana, sino que después pasaría su custodia a Mossos d'Esquadra. También podría producirse que Mossos arrestara a un extranjero reclamado por la justicia y, en este caso, sería puesto a disposición de la Policía Nacional para que le abriera, de ser necesario, el correspondiente expediente de expulsión.
Las competencias y la necesaria cooperación policial
Centrados en la extranjería, aunque estos dispositivos también se llevan a cabo en virtud del Plan Daga para reducir las armas blancas en la vía pública, el Empordà es un paraíso de masías diseminadas y playas de arena gruesa y fina que miles de personas cruzan para llegar a Francia o acceder a España, no solo para hacer turismo. Esta afluencia, y la peculiaridad del terreno y su población, es la que provoca que la colaboración policial sea, no solo una ventaja, sino una necesidad. Tanto es así que en los controles de carretera conjuntos se revisa al dedillo todos y cada uno de los delitos o infracciones imputables. Un detalle que sería imposible, o extremadamente lento, de no hacerse de esta manera, como se puede observar en el vídeo anterior.
Según han explicado fuentes de la policía catalana a ElCaso.com, la cooperación entre cuerpos es fluida en toda el área de Girona. Es por ello que se pueden observar operativos conjuntos de seguridad ciudadana con Policías Locales, Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra. Las mismas voces aseguran que estos dispositivos facilitan mucho las labores policiales, precisamente por el reparto competencial que tiene cada cuerpo policial en la zona. Pese a ello, otras voces aseguran a este medio que la ayuda va más allá, especialmente en zonas donde hay un destacamento mayor de agentes de uno u otro cuerpo. Primero se actúa en pro de la seguridad y luego cada uno se hace cargo del caso en virtud de sus competencias. Algo necesario para lo que en su día fue la gran ruta de los contrabandistas del sur de Europa y que ahora ha quedado entre el turismo y los decrecientes pueblos históricos esparcidos por el norte de Catalunya.