La mala combustión de una caldera ha dejado once personas heridas este sábado por la mañana en Oristà, en el Lluçanès (Barcelona). Los hechos han tenido lugar en torno a las once de la mañana, cuando los servicios de emergencias han recibido el aviso que un vecino de la calle de Vic, la principal vía de este pequeño pueblo de unos 500 habitantes, se encontraba mal y tenía dolor de cabeza. Hasta el lugar se han desplazado efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) para atenderlo, pero en entrar al edificio, un bloque formado por una planta baja y dos pisos, se les ha activado el detector de monóxido, motivo por el cual han solicitado la presencia de los Bombers de la Generalitat, así como más profesionales sanitarios.

En total, se han activado tres dotaciones de los Bombers y seis unidades terrestres y un transporte colectivo del SEM. Todas las personas que había dentro del bloque han sido evacuadas y los bomberos han hecho tareas de revisión y ventilación. Una vez las nuevas lecturas de monóxido han dado negativas, los efectivos han podido confirmar que ya no había peligro y se podía volver a entrar en el edificio sin problemas. Por su parte, los sanitarios han tenido que atender a once personas que habían resultado intoxicadas al respirar el monóxido y que han sido trasladadas al hospital Moisés Broggi de Sant Joan Despí. Se trata de una mujer en estado menos grave y de ocho adultos y dos menores de edad en estado leve.

Las intoxicaciones por monóxido, bastante habituales en invierno

Durante el invierno, con la utilización de calderas, estufas, calentadores o chimeneas, las intoxicaciones de monóxido por el mal funcionamiento de estos aparatos acostumbra a ser habitual. Se trata de un gas incoloro e inodoro difícil de detectar que provoca dolor de cabeza, mareos o náuseas, síntomas que coinciden con los de otras enfermedades comunes. En caso de respirarlo de manera prolongada en el tiempo, puede hacer perder el conocimiento o acabar provocando la muerte. Por este motivo, se recomienda revisar y hacer el mantenimiento de las calderas y otros aparatos calentadores para evitar intoxicaciones.