Dos nuevos tiroteos han sacudido Bruselas esta noche en medio de la oleada de violencia que está sufriendo la capital belga desde hace varios meses, vinculada a enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes que pugnan por el control del territorio. Este sábado, con solo tres horas de diferencia, se han producido dos incidentes que han dejado dos muertos, los dos hombres jóvenes, por heridas por arma de fuego. Según las primeras informaciones policiales, los casos no tienen relación entre sí, y a estas alturas están investigando para aclarar las circunstancias de estos conflictos armados que han resultado mortales.

El primero de los dos tiroteos ha tenido lugar en torno a la medianoche en la calle Seyls del distrito de Laeken. Un vecino alertó a los servicios de emergencias que había oído unos disparos. Al llegar, la policía se ha encontrado a un joven de 28 años en estado muy grave por una herida de bala. A pesar de todos los intentos de los sanitarios por reanimarlo, ha acabado muriendo. Poco después, hacia las tres de la madrugada, un intercambio de tiros en la calle Prairie del barrio de Saint-Josse-ten-Noode ha acabado de la misma manera.

Los autores han huido

En los dos casos los autores materiales de las muertes de estos jóvenes han conseguido huir, y la policía belga todavía está tratando de identificarlos. Durante este domingo, hay un aumento de patrullas llevando a cabo tareas de vigilancia en los dos barrios de la capital con el objetivo de transmitir una mayor sensación de seguridad a los vecinos, alarmados por los tiroteos, que parece que solo van a más; el pasado febrero, un tiroteo acabó con una persona muerta y varios heridos de mucha gravedad en el distrito de Saint-Gilles, una de las zonas de la ciudad donde están pasando más disturbios durante los últimos tiempos.

Aunque la investigación está en las fases preliminares, la principal hipótesis de los agentes es que los dos tiroteos son el resultado de una venganza entre clanes de narcotraficantes, una situación que el año pasado dejó siete muertos y 131 heridos en la capital de Bélgica, según los datos oficiales publicados por los medios locales, que hablan de una escalada de violencia nunca vista en la ciudad.