Los habitantes de Roma se han levantado hoy con un incendio y una gran explosión que ha hecho temblar gran parte de la ciudad. Una nube de humo negro cubre el cielo después del estallido que ha causado un coche al chocar contra un depósito de una gasolinera de la zona de Prenestino, en el sureste de la capital italiana. La violencia del fuego y una segunda explosión han herido ocho agentes de la policía y un bombero, así como cinco civiles. Todos ellos han recibido quemaduras, pero su vida no se encuentra en peligro.

 

Los hechos han tenido lugar poco después de las ocho y cuarto de la mañana, cuando, de repente, una gran explosión ha hecho vibrar la ciudad. Una gasolinera situada en el número 32 de la vía dei Gordiani ha reventado en el momento que un coche, por causas todavía desconocidas, se ha estampado contra un surtidor, lo que ha iniciado el incendio. Las llamas han seguido creciendo hasta llegar a un depósito de gas, que ha reventado, creando la alarma en la zona. Posteriormente, según afirman testigos en las redes, habría habido una segunda explosión.

Ocho policías, un bombero y cinco civiles heridos

Tanto bomberos como agentes de la policía se han desplazado inmediatamente al lugar de los hechos, donde estaba creciendo un gran fuego visible desde centenares de metros y una gran nube de humo que amenaza con cubrir la ciudad. La dureza del incendio y las explosiones ha dejado ya a varios heridos, entre ellos ocho policías y un bombero, que, según los servicios médicos, no perderán la vida por estas quemaduras, pero se desconoce la gravedad de las heridas. Hay también cinco heridos más en el hospital, y se están preparando dos centros médicos a causa de la emergencia, con un médico y tres enfermeras, para poder tratar casos urgentes. Por otra parte, los vecinos de la zona han evacuado, pero, aun así, se han enviado dos coches médicos y tres ambulancias para asistir a quien lo necesite.

 

El fuego continúa descontrolado a pesar de la intervención de los bomberos, y algunos de los edificios de la zona han sufrido daños pendientes de calificación por las llamas y las explosiones. Muchos cristales han estallado y hay trozos de hierro y hormigón por las calles, la mayoría, sin embargo, de la gasolinera. Dentro del espacio afectado también hay un jardín de infancia, pero afortunadamente no se ha encontrado nadie dentro. Tanto la primera ministra Giorgia Meloni como el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri están pendientes de la evolución del incendio y de los daños causados.