Martiniano Grasso Manrique, un niño argentino de 13 años, fue al hospital por lo que le diagnosticaron como un virus normal, y descubrió que necesitaba un trasplante en el corazón. Ahora está ingresado en el hospital a la espera del órgano que le salve la vida.
Los hechos pasaron durante un viaje en Buenos Aires (Argentina) con sus padres y hermano mayor. El niño se empezó a encontrar mal y sin energías, y a partir de allí empezó la pesadilla para la familia.
Un mal diagnóstico
Cuando la familia del niño vio que se encontraba mal, lo llevaron a un hospital de la capital argentina. Allí le diagnosticaron un virus normal, y los médicos le dijeron que no tenía nada de lo que preocuparse.
Pero los síntomas del niño persistían, así que cuando los Manrique volvieron a su ciudad, Mendoza, lo llevaron al hospital Español.
"Allí lo internaron y diagnosticaron que un virus le había pasado al corazón y le provocó un edema", ha asegurado Juan Pablo, el hermano mayor del niño, según recoge Diario Uno.
Una espera interminable
La junta médica decidió "que lo mejor sería llevarlo al Hospital Italiano de Buenos Aires, y ahora estamos aquí esperando", ha seguido explicando el hermano.
Desde hace 20 días, Mantiniano está ingresado en coma inducido para no desgastar sus órganos mientras espera su nuevo corazón. Es el primero en la lista nacional de trasplantes del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).
"Tenemos toda la fe en que aparezca el corazón. Lo único que pedimos es que la gente sepa lo importante que es donar órganos", dice Juan Pablo.
No todos los donantes pueden ofrecerle un corazón
Gabriela Hidalgo, responsable del Instituto Coordinador de Ablación e Implantación de Mendoza, asegura que para las donaciones no importa la edad del paciente, sino el tamaño del cuerpo y de los órganos que necesita.
"Los adultos pueden dar a los niños de acuerdo con las medidas: un niño de 13 años tiene una caja torácica muy pequeña, y por eso tendría que recibir el corazón de una mujer o de un hombre muy pequeño", dice Hidalgo.
La Ley Justina: todo el mundo es donante
El 4 de agosto del año 2018 entró en vigencia en Argentina una nueva ley de trasplante de órganos, tejidos y células que se conoce como Ley Justina.
Esta norma marca que todas las personas son donantes de órganos, a menos que hayan expresado su voluntad contraria. Así, se ha conseguido fortalecer el sistema de procuración y se ha agilizado y simplificado el proceso de donación y trasplante.
