Un niño de cuatro años se encuentra en estado crítico después de casi ahogarse en las piscinas municipales de El Palau d'Anglesola, en Lleida. Estaba en un centro de verano y la actuación del socorrista fue clave para salvarle la vida.

Un niño de cuatro años en estado crítico

Este miércoles, hacia la una menos cuarto del mediodía, una treintena de niños estaban en las piscinas municipales de la localidad del Palau d'Anglesola, formando parte de una escuela de verano gestionada por la entidad Quàlia. Cuatro monitoras estaban a cargo de los pequeños cuando una de ellas se dio cuenta de que había un menor dentro de la piscina media.

Según ha explicado el alcalde de El Palau, Francesc Balcells, la chica "pensó que estaba buceando, pero rápidamente se dio cuenta de que alguna cosa iba mal y fue corriendo a la piscina para sacar al niño con la ayuda del socorrista", recopila el medio Segre.

Ahogo casi mortal en El Palau d'Anglesola

El niño, de Vila-sana, no se movía cuando lo cogieron del agua. Balcells ha destacado el trabajo del socorrista, que sacó al niño sin pulso y le realizó las maniobras de reanimación durante veinte minutos hasta que llegaron los servicios de emergencias. Dos ambulancias y un helicóptero del Sistema d'Emergències Mèdiques, SEM, acudieron al lugar de los hechos para atender al menor. También se desplazaron varias patrullas de los Mossos d'Esquadra.

Piscina / Pixabay

Imagen de archivo de una piscina / Pixabay

Finalmente, fue el helicóptero del SEM el qué trasladó el niño hasta el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

"Los servicios de emergencias reconocieron al socorrista el gran trabajo que había hecho porque había salvado la vida del pequeño", ha seguido relatando el alcalde. El nuevo héroe hace doce años que ejerce como socorrista, pero nunca se había encontrado con un incidente de esta gravedad, detalla también Segre.

Una escuela de verano en la piscina acaba en tragedia

A pesar del susto y la tensión, el hombre siguió trabajando hasta finalizar su jornada laboral a las ocho de la tarde. Y no fue el único porque, tal como explicaba también Balcells, todo pasó quince minutos antes de acabar la actividad, y la mayoría de los padres estaban en la puerta esperando para recoger a sus hijos.

ambulancia /ACN

Imagen de archivo de una ambulancia del SEM /ACN

Sin embargo, a pesar de la experiencia traumática, hoy la escuela de verano ha vuelto a abrir sus puertas "ya que tenemos la responsabilidad de explicar a los niños qué ha pasado, además de resaltar el trabajo del socorrista, de las monitoras y de los servicios de emergencias". También han considerado que es una oportunidad para concienciar a los menores sobre la importancia de las medidas de prevención de accidentes.