Una niña de 8 años ha salvado la vida de su madre cuando estaba a punto de ser asesinada en Málaga. Lo ha hecho llamando ella misma a la policía para pedir ayuda al ver como estaba a punto de morir estrangulada a manos de su pareja. Agentes de la Policía Local de la Málaga se desplazaron rápidamente hasta el domicilio familiar y llegaron a tiempo para evitar que la acabara matando. Al entrar en el piso, los policías encontraron a la víctima tendida en el suelo, con el hombre encima de ella, con la rodilla aplastándole el pecho contra el suelo para inmovilizarla y con las dos manos apretándole el cuello con fuerza para poner fin a su vida.

Los agentes cogieron al individuo y lo intentaron separar de la mujer, aunque él se intentaba resistir y no quería soltarla. Finalmente, lo pudieron detener como presunto autor de un delito de violencia de género. Con respecto a la mujer, fue trasladada a un centro sanitario para que recibiera atención médica y le revisaran las diversas heridas que presentaba por todo el cuerpo, especialmente hematomas y erosiones. Los policías también requisaron un cuchillo de grandes dimensiones con el cual la había amenazado previamente.

A punto de morir por negarse a darle dinero para tabaco

Según han podido descubrir los investigadores de la Policía Local de Málaga, el origen de la agresión había sido porque ella se había negado a darle dinero para comprar tabaco. En un primer momento, el hombre cogió un cuchillo de la cocina y la amenazó para después empezar a golpearla a base de puñetazos, tal como detalla Diario Sur. La mujer consiguió librarse de su pareja, cogió a su hija e intentó huir, pero al llegar al rellano al hombre las atrapó y las volvió a llevar dentro del piso. Fue entonces cuando el agresor empezó a estrangular a la mujer e intentó matarla, mientras la hija de 8 años llamó a la policía alertando de todo.

La víctima explicó a los agentes que no era la primera vez que su pareja la agredía. De hecho, hacía cuatro años, ya lo habían detenido después de que un vecino alertara a la policía al oír como la maltrataba. Eso acabó comportando que acabaran separándose, pero hacía un año habían reanudado la relación sentimental. Durante este tiempo, había sufrido tres agresiones más, aunque nunca lo había acabado denunciando.