El barrio de la Mariola de Lleida vuelve a ser noticia. Y no solo este barrio controlado por clanes de etnia gitana. También un mismo protagonista que hace dos semanas. Los Mossos d’Esquadra han detenido en la prisión de Lleida a Ivan G.G., un joven de 35 años, a quien se le relaciona ahora con una trama de extorsión y agresiones vinculadas a las ocupaciones ilegales. Este hombre, que acumula más de treinta antecedentes, ya fue arrestado e ingresó en prisión el pasado 11 de junio, en una irrupción relámpago en su casa por parte de los Mossos para detenerlo por la brutal agresión que sufrieron agentes policiales a finales de abril en este barrio de Lleida. La semana pasada los Mossos detuvieron a otros implicados en el ataque y ahora han detenido a parientes de este tal Ivan por haber organizado una trama de extorsión y agresiones a personas magrebíes a quienes estafaban con el alquiler de pisos que ni siquiera eran suyos, también en este barrio.

Los Mossos d’Esquadra han detenido esta semana a cuatro hombres y a un menor por haber alquilado pisos que no eran suyos y haber extorsionado a las familias para que pagaran más. Incluso, les vaciaban la casa con violencia y los agredían. Las víctimas, aunque estaban muertas de miedo, finalmente denunciaron los hechos en comisaría, y la investigación de la Unitat d’Investigació de la comissaria de Lleida dels Mossos ha permitido la detención de estos hombres. El grupo criminal no solo se aprovechaba de la precariedad de las víctimas, sino que también hacía uso de la violencia para mantener el control de los pisos y cobrar precios abusivos: machetes, bates de béisbol y palizas a plena luz del día para reclamar dinero de alquileres.

La investigación se inició el pasado 1 de mayo, cuando una patrulla acudió a un bloque de la calle Júpiter, en Lleida, alertada por un fuerte enfrentamiento. Al llegar, encontraron a tres hombres magrebíes, uno de ellos con una herida abierta en la cabeza que requirió puntos de sutura. Las víctimas relataron que habían sido agredidas por una decena de personas que pretendían echarlas del piso donde vivían. La sorpresa vino después: ese piso, por el que habían pagado un adelanto de 1.000 euros y estaban pagando un alquiler mensual, era en realidad una vivienda ocupada ilegalmente. Los agresores, que en teoría eran los "arrendadores", formaban parte de una organización que ocupa pisos vacíos —sobre todo propiedad de grandes tenedores o empresas con sede fuera de Catalunya— y los realquila a personas vulnerables, principalmente inmigrantes sin papeles, que difícilmente pueden acceder al mercado inmobiliario legal.

Una banda con estructura criminal y un líder conocido

A medida que pasaban los días, las extorsiones aumentaban. Reclamos arbitrarios de dinero, amenazas constantes, coacciones y, si hacía falta, violencia. Las víctimas aseguran que los agresores volvieron al piso con armas blancas, una barra de hierro y bates de béisbol. Rompieron la puerta, vaciaron la vivienda y se llevaron nevera, lavadora, televisor, teléfonos e incluso la ropa personal. Las víctimas, asustadas, abandonaron el barrio de la Mariola, conocedoras de a quién tenían delante: “una banda conocida, violenta y que actúa impunemente por el barrio”. Este miedo hace que, a pesar de las extorsiones, muchas víctimas no denuncien. Los investigadores de los Mossos han podido documentar que este no era un caso aislado, y temen que haya más víctimas silenciadas. Con el apoyo de un intérprete, los afectados ampliaron la denuncia y permitieron identificar al líder del grupo.

Se trata, según ha podido saber ElCaso.com, de Ivan G.G., el arrestado el pasado 11 de junio con la colaboración del Grup Especial d’Intervenció (GEI) de los Mossos. Los antecedentes de este joven, que desde los 18 años entra y sale de la prisión de Lleida, se cuentan por decenas, aseguran fuentes policiales. Aparte de otros negocios, ninguno lícito, también había encontrado una forma de generar ingresos realquilando pisos ocupados, un modus operandi que también aplican otras personas de clanes similares en otros puntos del país. Quien controla el barrio puede no solo ocupar pisos para hacer plantaciones de marihuana, también puede aprovecharse de los más desfavorecidos para sacarles dinero haciendo negocio, ilegal, con las ocupaciones, aprovechando también que el Código Penal es de lo más garantista también para estos espabilados.

Tres detenidos y un menor investigado por un segundo robo

La investigación se explotó este miércoles con la detención de cuatro hombres —de entre 20 y 35 años— y un menor de 16 años. A todos ellos se les acusa de pertenencia a grupo criminal, violación de domicilio, robo con fuerza, amenazas y coacciones. Uno de los arrestados ha sido identificado como el autor material de las agresiones con arma contundente. El menor fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, y además está relacionado con un segundo robo con fuerza que los investigadores estaban trabajando. Los Mossos no descartan nuevas detenciones y hacen un llamamiento a posibles víctimas de esta trama para que denuncien. El patrón es claro: ocupan un piso, simulan ser sus propietarios o gestores, lo alquilan a personas desesperadas, cobran en mano y, cuando ya no pueden pagar el dinero que les reclaman sin sentido, los echan a golpes, explican fuentes de la investigación a ElCaso.com.