Vender droga en la vía pública, en Barcelona, como en muchos otros sitios del mundo, es ilegal. Hacerlo, si te pillan, puede comportar penas de prisión, especialmente si se trata de drogas duras, como la cocaína, que pueden causar graves daños a la salud. Sin embargo, si pones las cosas fáciles a la policía, el camino hacia la cárcel puede ser todavía más rápido. Este es el caso que ahora llegará a la Audiencia de Barcelona, en la sección décima, y que llevará ante el tribunal a un hombre pakistaní que la verbena de Sant Joan, el 24 de junio de 2022, cometió un error fatal. Ofreció marihuana, hachís y cocaína a unos agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra que estaban patrullando por la playa de la Mar Bella, en el distrito de Sant Martí.

Para ofrecer la droga a los supuestos compradores, el hombre sacó de su bolsillo un pequeño paquete de color verde que contenía 0,299 gramos de cocaína con una pureza del 77%. Su intención era vender esta dosis de cocaína por 5 euros, según consta en el atestado de los Mossos d'Esquadra de paisano que lo detuvieron en el momento de los hechos. Cuando lo registraron, le encontraron también 210 euros en billetes pequeños, hecho que hace pensar que los había conseguido vendiendo el resto de la droga.

Puede acabar cuatro años entre rejas o expulsado

El hombre fue arrestado y quedó en libertad, pero ahora, si se presenta al juicio, tendrá que afrontar una condena que podría llegar a los cuatro años de prisión y una multa de 150 euros. La fiscalía de Barcelona, que ha seguido el caso, ahora llega a juicio después de dos años y está dispuesta a aceptar un intercambio de la condena. Tal como prevé el Código Penal, se podría sustituir los cuatro años de prisión por la expulsión del Estado, con la prohibición de volver durante siete años a contar desde el día en que sea formalmente expulsado. En el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso ElCaso.com, se asegura que el hombre, que residía en nuestro país sin ninguna autorización, no tenía ningún oficio ni beneficio conocido. Se cree que la mafia pakistaní controla parte de la venta de drogas en el frente marítimo de la capital de Catalunya.

El día del juicio, previsto para el 10 de octubre, tendrán que declarar tanto él como los cuatro agentes que lo detuvieron después de que les intentara vender este trío de drogas. Será el tribunal de la sección décima quien tendrá que escuchar a los testigos y decidir qué hace con este chapucero narcotraficante que cometió un error fatal.