Una mujer mata a hachazos a tres de sus hijos en Siberia, en Rusia. Una joven de 29 años ha sido detenida este lunes en la región siberiana de Krasnoyarsk por el supuesto crimen de tres menores de siete meses, cuatro y ocho años, cuyos cadáveres han sido hallados en su domicilio en la calle Herzen de Kansk. "El 14 de abril de 2025 a la policía le llegó una notificación del hallazgo en un domicilio de tres cadáveres de menores de edad, de entre siete meses y ocho años, con heridas cortantes en la cabeza y otras partes del cuerpo", ha informado este lunes el Comité de Instrucción de Rusia.

La mujer ha sido detenida en la escena del crimen y, al parecer, según detalla el Comité de Instrucción de Rusia, confesó los hechos. "Después del asesinato, la mujer acudió a sus padres y se lo contó todo. En la familia hay otro niño de siete años que se encontraba con sus abuelos", han explicado. Además, los cuatro hijos de la arrestada (uno de ellos se salvó porque estaba con sus abuelos en el momento del supuesto ataque con hacha) se encontraban bajo supervisión de los servicios sociales desde octubre de 2024, mientras que el padre había sido sancionado administrativamente por maltratar a uno de los niños.

Tratamiento psiquiátrico y primeras informaciones de la investigación

La arrestada, tal y como ha detallado la Fiscalía Regional, es ama de casa y se encuentra bajo supervisión psiquiátrica y tratamiento. De hecho, se ha comunicado que la mujer sufre problemas de salud mental. El fiscal general adjunto Yevgeny Motovoy ha acudido al lugar de los hechos para coordinar las labores de investigación y para esclarecer las causas y motivaciones del asesinato. El padre fue informado de los hechos por vía telefónica y el Comité de Investigación de Territorio de Jrasnoyarsk ha abierto una causa penal por "asesinato de tres menores, cometido con especial crueldad".

En el patio de la casa hay astillas de madera y vigas por todas partes, en total desorden. Por allí se encontraba el hacha que utilizó la mujer para acabar con la vida de tres de sus cuatro hijos (dado que este último se encontraba con los abuelos). Ella estaba sola en casa en el momento de los hechos y, tal y como ha revelado la investigación preliminar, se ensañó con el hacha contra los tres menores: un niño de ocho años, una niña de cuatro y un bebé de siete meses. Por lo que, el objetivo, en un principio, no era provocarles graves daños, sino matarlos.