Un vuelo de la compañía British Airways con destino Londres tuvo que retrasar su salida del aeropuerto César Manrique de Lanzarote por los disturbios causados por dos mujeres que embarcaron borrachas. Alrededor de las diez menos cuarto de la noche, el mando del avión pidió la intervención de la Guardia Civil para hacer bajar a unas pasajeras "conflictivas" que presentaban una actitud "desafiante y agresiva".

Las dos mujeres, al ser identificadas por los agentes, se negaron a abandonar la aeronave. Una de ellas, finalmente, dio su brazo a torcer y bajó del avión escoltada por los policías, aunque lo hizo entre protestas y empujones. Su amiga, sin embargo, dijo que ella tenía derecho a permanecer en el vuelo, ya que había pagado un billete y que no bajaría. Tampoco accedió a mostrar su pasaporte cuando se lo requirieron.

Muerde en el brazo a uno de los agentes

Después de un rato intentando convencer a la turista, esta hizo como que aceptaba enseñar sus papeles. No obstante, aprovechó este momento para atacar a uno de los agentes, mordiéndole en el brazo con fuerza cuando intentaba coger su pasaporte. Entonces empezó un forcejeo entre ella y el resto de los policías, durante el cual la mujer les propinó "varias dentelladas, arañazos, patadas y empujones". Afortunadamente, ningún otro pasajero se vio implicado en el alboroto; previamente, los agentes habían hecho desembarcar a todos los viajeros de las diez primeras filas, y todo el mundo esperaba en las puertas de embarque.

Según el atestado policial, después de un rato peleándose con la mujer, la consiguieron reducir y calmar lo suficiente para llevársela esposada al cuartel de la Guardia Civil del aeropuerto. La turista quedó detenida. Está previsto que pase a disposición judicial durante este martes. Por su parte, desde el sindicato Asociación Unificada de los Guardias Civiles (AUGC) han asegurado que defenderán los intereses de los agentes agredidos.