El hombre que había resultado herido crítico después de que un agente de los Mossos d'Esquadra le haya disparado para evitar ser embestido en un control de tráfico en Vandellòs (Tarragona) ha muerto en el hospital Juan XXIII. Según la policía catalana, el hombre, de 38 años, había robado un coche en la localidad de Amposta, e intentó eludir a los agentes de Trànsit mientras huía por la autovía A-7, arremetiendo contra ellos con el vehículo. Con el fin de pararlo, los policías tuvieron que disparar contra el turismo, y uno de los tiros impactó en la cabeza del presunto ladrón, hiriéndolo de mucha gravedad.

Alrededor de la una menos cuarto del mediodía, el hombre, que acumulaba más de una treintena de antecedentes, robó un coche y huyó, perseguido por la policía. Para pararlo, se puso en marcha un dispositivo de cierre en varios puntos de Tarragona, y al llegar a uno de estos controles, en el quilómetro 1.122 de la N-340, justo donde se convierte en la A-7, el conductor intentó escapar, conduciendo contra dirección y embistiendo contra los agentes de Trànsit que le habían cerrado el paso. 

Como no daba señales de detenerse, a pesar de la barrera humana que estaban haciendo los policías, uno de los agentes hizo uso del arma reglamentaria para evitar que le atropellara a él y a sus compañeros, provocándole una grave herida en la cabeza. Inmediatamente, se requirió una ambulancia del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) que trasladó el hombre al hospital, donde llegó en estado crítico y ha muerto este sábado por la noche.

Según han informado desde los Mossos d'Esquadra, los hechos se encuentran bajo investigación judicial para averiguar exactamente qué ha ocurrido. Del mismo modo, el Área de Investigación Criminal (AIC) de la policía catalana ha abierto una investigación interna, y el departamento de Asuntos Internos está revisando la actuación de los agentes involucrados, un procedimiento que se hace siempre en caso de que se haya hecho uso del arma reglamentaria.