Un chico de 16 años ha muerto esta madrugada en el Hospital Universitario Son Espases de Mallorca, donde había ingresado después de ser atropellado este miércoles. Los hechos tuvieron lugar en torno a las ocho de la noche en el kilómetro 4,8 de la carretera MA-5010, que une las localidades de Llucmajor con Algaida. La víctima y su hermano caminaban por la oscuridad, pegados a un muro en esta vía estrecha de dos carriles, sin arcenes y sin iluminación, cuando un vehículo a toda velocidad no los vio y los embistió. El conductor huyó del lugar de los hechos.
Unos vehículos que circulaban por esta carretera se encontraron a los dos jóvenes tendidos en el suelo y llenos de sangre, así que llamaron a los servicios de emergencia. Hasta el punto del siniestro se desplazaron dos ambulancias de Soporte Vital Avanzado del SAMU 061 y efectivos de la Policía Local de Llucmajor y la Guardia Civil de Tráfico. Cuando llegaron, el joven de 16 años estaba en parada cardiorrespiratoria y, gracias a las maniobras de reanimación de los sanitarios, pudo recuperar el pulso. Fue trasladado al Hospital de Son Espases de Palma de Mallorca, donde ha acabado muriendo en la UCI pocas horas después a causa de la gravedad de las heridas. Su hermano, de 15 años, fue trasladado al mismo centro hospitalario, pero no se teme por su vida y evoluciona favorablemente.
El conductor huyó, pero se acabó entregando minutos después
Aunque en un primer momento el autor del atropello huyó del lugar de los hechos, al cabo de unos 30 minutos se presentó voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil de Llucmajor para reconocer los hechos. Es un hombre de 46 años que en el momento del siniestro conducía un todoterreno Mitsubishi Pajero. El hombre fue detenido en aquel momento por un delito de omisión del deber de auxilio y lesiones graves, pero la muerte del menor ha hecho que haya aumentado la gravedad hasta el delito de homicidio imprudente.
El hombre fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Palma de Mallorca y este jueves ha pasado a disposición judicial. Los agentes de la Benemérita han abierto una investigación sobre los hechos para aclarar si efectivamente el hombre que se entregó era el verdadero conductor o está tratando de asumir la culpa de alguien más que pudiera ir bajo el efecto del alcohol o las drogas. Tampoco se descarta que hubiera alguien más en el vehículo. Todas las hipótesis están abiertas.