La pregunta que debe aclarar quién mató a Joan Pere Madurell, el vecino de Vic que apareció decapitado cerca del hospital de Can Ruti, en Badalona, el 7 de marzo, no quedará sin respuesta. Puede quedar sin justicia, sin que el autor, si fue Òscar Arriba, pague por los hechos, pero los investigadores de la División de Investigación Criminal (DIC) de la región metropolitana Norte mantienen la investigación en marcha a pesar de que el principal sospechoso, y sobre quien tenían la lupa, aunque aún no habían detenido ni imputado formalmente, haya muerto este martes de madrugada en la calle Granada de Badalona, donde vivía, en un ático, en un fatal incendio. El objetivo de los Mossos ahora mismo es aclarar qué pasó en su casa, antes del incendio, donde los vecinos aseguran que se escucharon varias explosiones, y también quién mató a Madurell, de quien se perdió la pista el 29 de enero, entre Badalona y Santa Coloma de Gramenet.

La muerte del principal sospechoso complica la investigación, sin duda. Pero el caso no se puede cerrar. Los Mossos deben seguir para aclarar si el crimen de Joan Pere Madurell lo cometió Òscar Arriba u otra persona, y si realmente, según parece, y apuntan también las pruebas forenses, fue un asesinato. La cabeza de Madurell fue encontrada por dos hombres que buscaban espárragos en la zona de Can Ruti, en Badalona. Pocos días después, un agente fuera de servicio de los Mossos d'Esquadra encontró, en Gràcia, en Barcelona, el tronco, que los forenses también pudieron relacionar con Madurell. Las piernas y los brazos, hasta ahora, aún no han aparecido. Los investigadores, con la colaboración de la Unidad Canina, hicieron batidas por la zona donde se encontró el cráneo, pero sin suerte. 

Decapitado después de morir

De las pruebas forenses que se practicaron en el cráneo, se pudo saber que fue decapitado post mortem, es decir, que fue cortado después de muerto, y que la decapitación no fue la causa de la muerte. Según apuntan las pruebas forenses, el corte de la cabeza es compatible con una sierra metálica; una de las versiones que Arriba, para atemorizar a sus vecinos y compañeros de bar, explicaba. Lo había dicho alguna vez, explican los vecinos que lo conocían y lo sufrían. Entre muchos de los incidentes que provocaba, y para asustar a quien osara plantarle cara, aseguraba que ya había matado y descuartizado a un hombre con una sierra, que no le costaría volver a hacerlo. 

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Imagen del piso quemado, donde vivía Arriba, propiedad de su padre, en Badalona / Cedida

De todas las versiones que Arriba durante la investigación, a preguntas de los mismos agentes de los Mossos de la DIC y también de la familia de Madurell, ha ido dando, algunas cuadran más que otras. Lo que está claro es que fue la última persona que lo vio con vida, aquel final de enero, y que sabía que era el principal sospechoso del crimen. Hay vídeos y testimonios que avalan la ruta de bares con el desaparecido aquel día. Después de estar con él, Joan Pere Madurell dejó de contestar las llamadas de su pareja y su familia y los investigadores no encontraron ninguna prueba de vida.

Pendiente de ser detenido

Los Mossos, sin embargo, aún no habían reunido suficientes pruebas para poder detenerlo con condiciones. Sin pruebas, llevarlo ante el juez, pensaban los investigadores, era demasiado arriesgado. Ahora se espera que el piso del número 8 de la calle de Granada esté practicable, cuando se haya enfriado y sea seguro, para hacer una inspección ocular para aclarar varias cosas. La primera, el origen del incendio. El hombre acumulaba bombonas de gas en su casa, detallan los vecinos y confirman los Bomberos de la Generalitat, y habrá que ver qué ha iniciado las llamas fatales. Ahora por ahora todo apunta a accidental, pero los Mossos no quieren dejar ningún detalle por mirar, en este misterioso y extraño caso.

Y a la vez, aunque el escenario, supuesto, del crimen, ha quedado dañado por las llamas, si queda algún elemento, como la sierra metálica, que pueda ser de interés para la investigación. Los Mossos ya han comunicado al juzgado que lleva el caso la necesidad de hacer esta inspección y también el registro de las zonas menos dañadas para buscar indicios que puedan dar fuerza a la investigación del crimen de Madurell con Arriba como principal sospechoso. Si las condiciones del piso lo permiten, el registro se podría hacer este miércoles a primera hora. 

Preguntas por responder

Sin Arriba, si se confirma que fue el hombre que asesinó, descuartizó y escondió el cuerpo de Madurell, la búsqueda de lo que falta del cadáver, las extremidades, aún será mucho más difícil. A pesar de que los Mossos tienen un testigo a quien Arriba, asegura, explicó qué hizo, no le dijo dónde había escondido el resto del cuerpo descuartizado de Madurell. Una duda que aún, si fuera posible, genera más dolor a la familia de este hombre de Vic de 44 años.