La muerte de Montse, una de las trabajadoras de la limpieza del Ayuntamiento de Barcelona, de la empresa que se encarga de las zonas de Ciutat Vella, Eixample y Gràcia, durante este episodio de calor extrema en la ciudad y en todo el país, sigue generando polémica, como es normal. Desde el consistorio, que ha recibido por parte de la empresa FCC el informe sobre los hechos, han asegurado que es competencia de las empresas diseñar y hacer cumplir los protocolos para altas temperaturas, como, aseguran, estas hacen. La familia de la mujer lamenta que nadie le hiciera caso y pide que se investiguen los hechos.

La autopsia, clave

La autopsia de la mujer, de 51 años, que llevaba tres años trabajando en esta labor, limpiando la zona del Gòtic Nord, en la frontera con Via Laietana, con un carrito y una escoba, será clave para saber cómo murió y si, como todo parece indicar, y la familia está convencida, fue por un golpe de calor fatal. La mujer salió del centro de trabajo, donde inician el servicio, hacia las dos y media del mediodía del sàbado, y se desplazó, bajo un sol abrasador y un calor asfixiante, hasta la zona asignada.

Sobre las nueve y media de la noche terminó la jornada, en el mismo punto, y se fue a casa, donde vivía con su madre. Fue en casa cuando empezó a notar dolor en el pecho, acabando por morir. Las pruebas forenses, que se conocerán en un informe preliminar esta tarde, podrían aclarar qué le provocó la muerte, aunque es posible que aún no sea concluyente y que solo valide que la mujer murió de forma repentina; habrá que esperar, por tanto, al informe completo de la autopsia.

Por ahora, no consta que la mujer tuviera ninguna enfermedad previa, pero sí que, en los últimos días, a su pareja y también a su hermana, les había explicado que tenía mucho calor y que también sufría molestias. Justamente, y según su familia, en una conversación con ElCaso.com, Montse avisó a la encargada de que no se encontraba muy bien, por culpa del calor, aunque esta le dijo que bebiera agua y que continuara trabajando. No fue hasta que ya se estaba terminando el turno que le dijo que se fuera a casa. No fue visitada por ningún médico, asegura la familia. Montse no era fija, y acumulaba contratos temporales, según han explicado también desde su entorno a ElCaso.com. Esto, aseguran, hacía que fuera más reticente a enfrentarse a sus superiores, a pesar de que sufría mucho calor durante su turno, que le cambiaban habitualmente las zonas de trabajo y, aun sintiéndose mal, la hacían seguir trabajando.

La familia, indignada

El Ayuntamiento de Barcelona ha explicado esta mañana que el informe solicitado a la empresa ha detallado cuál era el turno y cuál la ruta de Montse y que, por ahora, aunque a la espera de la autopsia, no se ha iniciado ninguna investigación más. Desde el consistorio se asegura que la empresa cumple con los protocolos y que es una decisión de la concesionaria, una de las tres que realizan el servicio de limpieza viaria en la ciudad, adecuar, si lo consideran oportuno, los horarios, como han hecho las empresas que trabajan en la zona de playas, también por el calor. La empresa, en un comunicado, insiste en que la mujer no murió en horario laboral ni en las dependencias de la empresa que FCC tiene en el Raval, en el centro de Barcelona, y que salió del centro de trabajo, aseguran, con normalidad.

La familia de Montse, de todas maneras, cree que la empresa no cumple el protocolo y que la fuente de agua fría del centro de trabajo y las duchas no funcionan, aseguran. La hermana de Montse ha avisado de que pedirá que se investiguen a fondo los hechos para aclarar qué falló. Los sindicatos también han alzado la voz y han pedido al consistorio que actúe. Los trabajadores guardaron, este domingo, un minuto de silencio en recuerdo de la mujer, que será enterrada mañana, martes, tras el velatorio en el tanatorio de Sancho de Àvila, en Barcelona.