El conocido como monstruo de Madrid o de Lucero ha entrado en la prisión Madrid III, en Valdemoro. La Policía Nacional lo detuvo a principios de semana por haber agredido sexualmente a su hija de pocos meses y la ofreció también a terceras personas para mantener relaciones sexuales con ella. El arrestado, un joven de 25 años y nacionalidad española a pesar de que originario de Venezuela, también grabó los encuentros con la bebé, vídeos que después colgaba en las redes sociales. Pese a ello, también hay que decir que la madre de la pequeña también fue detenida por intercambiar con él archivos de pornografía infantil. Ahora, el principal acusado, Santiago, ha ingresado en el centro penitenciario en los alrededores de la capital española y lo han incluido en el protocolo especial de protección.
El individuo, por orden de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ha sido incluido en el protocolo anti-represalias. Según apuntan fuentes penitenciarias a Hoy, ha pasado bajo protección de prisiones e incluso se prevé la posibilidad de que el director del centro aplique medidas específicas tanto para él como para el resto de reclusos, que podrían ver limitadas algunas de sus libertades. Sin embargo, a pesar de la brutalidad del caso y el hecho de que algunas fotografías del agresor sexual se hayan propagado por las redes sociales, habitualmente este protocolo de protección en las prisiones para evitar ataques y palizas se acostumbra a aplicar casi sin excepciones a los pederastas y violadores encarcelados, dado que suelen ser el objetivo principal de la llamada justicia carcelaria.
Protección para evitar agresiones al monstruo de Madrid
Fundamentalmente, se intentan evitar palizas y, en casos más severos del pasado, ejecuciones del pederasta o violador por parte de los otros reclusos. Los cambios para el monstruo de Madrid es que no compartirá patio con el resto de presos preventivos y solo tendrá contacto con internos de confianza. Además, tendrá asignado un preso en la sombra establecido por la dirección del centro. El hombre se encuentra en prisión de forma provisional, después que la Policía Nacional lo investigara al recibir una alerta del departamento de ciberdelincuencia del Homeland Security Investigations (HSI) de Estados Unidos, que habían detectado en territorio español una persona que compartía imágenes de explotación sexual a menores de edad a través de varios portales de Internet y canales de mensajería como Twitter y Discord.