La Policía Nacional ha detenido a un joven de 25 años, de nacionalidad española, pero originario de Venezuela, por haber agredido sexualmente a su hija de pocos meses, y ofrecerla también a terceras personas para mantener relaciones sexuales con ella. El arrestado, además, grababa estos encuentros y lo colgaba en varias redes sociales. La madre de la niña, de 23 años y también española, ha quedado detenida por haberse comprobado que intercambiaba con su pareja archivos de pornografía infantil.
Pillado por los agentes de ciberdelincuencia de los Estados Unidos
La policía española empezó a investigar al acusado después de recibir una alerta desde el departamento de ciberdelincuencia del Homeland Security Investigations (HSI) de los Estados Unidos, que habían detectado en territorio español a una persona que compartía imágenes de explotación sexual a menores de edad a través de varios portales de Internet y canales de mensajería como Twitter y Discord. A partir de este punto, los especialistas de la Policía Nacional pusieron en marcha un dispositivo gracias al cual pudieron identificar y localizar al sospechoso, en el barrio madrileño de Latina.
El hombre vivía en el inmueble con su pareja y la hija de ambos, que hacía pocos meses que había nacido. Durante el registro del piso, encontraron una gran cantidad de archivos de pornografía infantil, tanto vídeos como fotografías, que el arrestado descargaba y compartía con terceras personas en las redes. Pero el peor descubrimiento fueron una serie de vídeos en los cuales aparecía su hija, siendo agredida tanto por él mismo como por otros hombres a quienes la ofrecía, presuntamente, a cambio de dinero.
Agresiones sexuales a una bebé
Los servicios sociales de Madrid han retirado la custodia de la pequeña a la pareja. El hombre ha ingresado ya en prisión provisional, mientras que la madre se encuentra en libertad, pero acusada de un delito de posesión y difusión de pornografía infantil, ya que se pudo demostrar que había intercambiado archivos de este tipo con su pareja; además, la madre sabía de las agresiones a las cuales el detenido sometía a la niña, y no hacía nada para evitarlo.