Momentos de tensión los que el jueves pasado, 25 de septiembre, se vivieron en el centro de Barcelona. Faltaban unos diez minutos para llegar a la medianoche, cuando un hombre con un supuesto arma de fuego llamó la atención de los vecinos de la ronda de Sant Antoni de la capital catalana, que alertaron rápidamente a los servicios de emergencias ante la posibilidad de que el individuo comenzara a disparar y pudiera llegar a herir a alguien. Inmediatamente, tal como marca el protocolo en este tipo de casos, en que la integridad de las personas está en riesgo, se activó un amplio dispositivo de los Mossos d'Esquadra para garantizar la seguridad.


Hasta el lugar se desplegaron efectivos de Seguridad Ciudadana o del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de la policía catalana. Estos últimos accedieron al portal del edificio donde había entrado el hombre y lo redujeron por la fuerza con el objetivo de minimizar los riesgos tanto para la propia persona que llevaba el arma, como para los peatones que había por la calle y los agentes del cuerpo policial, tal como se puede ver en un vídeo grabado por uno de los vecinos de esta céntrica calle de Barcelona y en los que se oyen los gritos de los agentes y del individuo.

Sin un arma real y sin detenidos

Una vez reducido, se identificó al hombre y se comprobó que no llevaba ningún arma de fuego real encima, sino que todo se había tratado de un malentendido y lo que llevaba encima se trataba en realidad de una pistola de juguete. El hombre en ningún momento mostró una actitud agresiva ni amenazó a nadie o fue presumiendo y diciendo que llevaba una pistola encima, según han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, motivo por el cual se consideró que no había "ningún ilícito penal" y la intervención policial terminó sin que se realizara ninguna detención.