Durante meses, el entretenimiento preferido de dos adolescentes de Reus ha sido llamar al teléfono de emergencias 112 alertando de incidentes falsos -peleas, incendios, agresiones...- con el objetivo de hacer venir a los Mossos d'Esquadra y a la Guàrdia Urbana y poder arrojarles todo tipo de cosas, desde petardos hasta piedras, con el evidente riesgo que esto supone para la integridad física de los agentes, sin hablar del coste logístico que supone para las patrullas acudir a una emergencia inexistente cuando podrían estar prestando servicio en otros lugares donde sí se les requiere.
Entre el 7 de septiembre y el 20 de octubre de este año se han registrado hasta quince llamadas falsas -nueve desde el mismo número de teléfono y el resto desde dos más- solicitando presencia policial en el barrio de Gaudí de la capital del Baix Camp, aunque se les ha podido relacionar con llamadas de mayo y también de febrero. Los ahora detenidos siempre llamaban en horarios de noche y de madrugada y pedían intervención policial urgente.
Los Mossos d'Esquadra pusieron en marcha una investigación que ha permitido la detención de un chico menor de edad y de otro de 19, cuyas nacionalidades no han querido comunicar, acusados de un delito de desórdenes públicos y de uno de atentado contra los agentes de la autoridad. Por otra parte, una joven de 20 años está investigada, al tiempo que los agentes continúan trabajando en el caso, ya que no descartan realizar más detenciones en los próximos días. Los dos jóvenes que han arrestado de momento acumulan más de media docena de antecedentes por delitos contra el patrimonio, y han quedado en libertad con la obligatoriedad de presentarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridos.
Meses de falsas llamadas al 112 para poder agredir a los agentes
Aunque la mayoría de los casos se han concentrado entre septiembre y octubre, los primeros registrados son de febrero, cuando unos desconocidos acabaron lanzando objetos contra los Mossos y la Guàrdia Urbana desde un tejado. Asimismo, el 14 de mayo, efectivos de la policía catalana acudieron a la avenida de Barcelona a poner orden en una supuesta pelea tumultuaria. Al llegar al lugar, no había ningún altercado, pero recibieron lanzamientos de objetos contundentes.
En cuanto al resto de casos, destacan algunos de octubre. El día 8, sobre las ocho y cuarto de la tarde, también en la avenida de Barcelona, varias patrullas que habían acudido por un aviso de intento de ocupación de una vivienda recibieron el impacto de media docena de huevos; al día siguiente, a las cuatro de la madrugada, unos desconocidos lanzaron piedras contra un coche de la Guàrdia Urbana que había sido requerido para asistir en un incendio de contenedores de la plaza de la Sagrada Familia.
Unos días más tarde, el 18 de octubre, también sobre las cuatro de la madrugada, alguien alertó sobre un posible caso de violencia machista en un coche aparcado en la misma avenida. Cuando llegaron los Mossos, recibieron el impacto de un petardo contra el cristal de uno de los coches patrulla
Con todos estos indicios y un patrón de conducta claro, se pudo identificar a los supuestos autores de las llamadas falsas, que llegaron a alertar al 112 desde dos números diferentes en menos de diez minutos, y los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de los Mossos los han podido arrestar esta semana.