Vilagarcía de Arousa, un municipio gallego, ha sido esta tarde el escenario de un crimen de lo más escalofriante. Si bien todavía se están investigando, todo parece indicar que los hechos han pasado de la siguiente manera: un chico de 22 años ha matado a su madre de 61 y, después, se ha lanzado por la ventana desde el tercer piso con la intención de poner fin también a su vida. El joven, sin embargo, ha sobrevivido, y actualmente se encuentra en estado crítico en el hospital. La policía lo tiene vigilado para interrogarlo cuando sea posible.
Los hechos han tenido lugar hacia las seis y media de la tarde, en la calle Duque de Rivas, cuando, según las primeras hipótesis de la policía, el joven ha matado a su madre violentamente, dejándola boca abajo, rodeada de sangre. Después de cometer el crimen, el chico ha ido hasta una ventana y ha saltado desde la tercera planta del edificio. Al tratarse de hechos tan recientes y teniendo en consideración que el supuesto homicida no se encuentra en condiciones de responder a ningún interrogatorio, la policía no ha podido averiguar si el crimen estaba premeditado, lo que lo convertiría en un homicidio, o si se ha cometido en caliente. De la misma manera, también se desconoce si el joven tenía pensado suicidarse desde antes o si se ha visto empujado por los remordimientos.
Pendientes de la recuperación
Lo que se sabe con certeza es que el joven ha quedado gravemente herido por la caída y ha tenido que ser trasladado en estado crítico hasta Hospital de O Salnés, donde continúa ingresado. Agentes de policía montan guardia en el hospital, custodiando al sospechoso. Aunque todavía no se ha hecho pública ningún tipo de prueba que señale al hijo como autor de los hechos, el subdelegado del gobierno en Pontevedra, Abel Losada, afirma que "se puede apuntar, con toda la prudencia, que no parece que haya participación de más personas en este triste suceso", según adelanta El Periódico. Mientras esperan que el sospechoso se recupere, agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional investigan lo que definen como un nuevo caso de violencia doméstica.