Una macrooperación llevada a cabo por la Guardia Civil ha culminado con la detención de una treintena de personas en varias localidades de Catalunya, Madrid, Murcia, Toledo y Andalucía acusadas de estar involucradas en diferentes tramas de ciberestafas gracias a las que se han embolsado más de un millón de euros. Uno de los capos de esta organización, compuesta por miembros de más de siete países diferentes, ha sido arrestado en Barcelona. Además, hay identificados 40 individuos más, la mayoría residentes en el Estado español, pero también en Croacia, Hungría, Inglaterra, Marruecos, Nigeria, Pakistán y Rumania.

 

La investigación ha durado un año

El mes de mayo del pasado año, una empresa de construcción puso una denuncia según la cual le habían estafado más de 10.000 euros con el método conocido como Man in the middle. Esta técnica es, en esencia, un ciberataque en el cual el delincuente adquiere la capacidad de leer, insertar y modificar los mensajes entre dos partes sin que ninguno de ellos sepa que están siendo espiados. En el caso concreto de esta operación, bautizada "Osgiliath", los estafadores aprovechaban esta libertad para cambiar la información bancaria que se enviaban un proveedor y un cliente, consiguiendo que el comprador depositara el dinero en una cuenta propiedad de la mafia.

Cuando los interlocutores se daban cuenta de que había una tercera persona en las conversaciones, habitualmente llevadas a cabo a través de e-mail, los estafadores ya se habían hecho con el dinero y desaparecían de la conversación sin dejar rastro. Hay más de un centenar de perjudicados de España, Alemania, Inglaterra, Andorra, Bélgica, Bulgaria, Ecuador, Eslovenia, Hungría, Finlandia, Irlanda, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumania y República Checa.

Páginas web y ofertas de trabajo falsas

Los estafadores diversificaban sus métodos para no ser detectados con tanta facilidad. En concreto, los investigadores comprobaron que los mismos sospechosos que se colaban en las conversaciones de correo electrónico también habían creado páginas web en las que anunciaban la venta de vehículos, maquinaria agrícola y viviendas de alquiler vacacional. Estas ofertas eran, naturalmente, falsas, ya que los delincuentes no poseían ninguno de estos productos. Pero, para hacerlos más atractivos para las posibles víctimas, los ponían a precios por debajo de los de mercado bajo el nombre de alguna marca conocida, siendo tan meticulosos en el engaño que incluso ponían el CIF de las compañías que suplantaban.

El dinero lo obtenían mediante los depósitos que hacían las víctimas en concepto de reserva por alguno de estos productos. Una vez registraban los ingresos, los estafadores rompían cualquier contacto con los compradores, esfumándose con el botín y dejándolos sin dinero y sin lo que querían adquirir.

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Los estafadores ponían productos en venta que no tenían y se quedaban con el dinero / Guardia Civil.

No solo robaban dinero, sin embargo. También se hacían con los datos personales de estas personas, como el número del DNI, que después daban a mulas que actuaban en su nombre y que cobraban unas comisiones de entre 50 y 1.500 euros cada uno. Conseguían estos datos mediante falsas ofertas de trabajo; les pedían la documentación con la excusa de que la necesitaban para darlos de alta, pero después eso nunca pasaba.

Durante el curso de la investigación, los agentes de la Guardia Civil han descubierto 153 cuentas bancarias, con domiciliación en Malta y en Lituania, vinculadas a este grupo, y han podido recuperar 114.366 euros procedentes de las estafas. El balance de los detenidos es de 19 hombres y 11 mujeres, de entre 19 y 56 años, acusados de los delitos de estafa tecnológica, usurpación de identidad, falsificación de documentos, descubrimiento y revelación de secretos, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. De la misma manera, hay 40 personas que continúan bajo investigación, 29 hombres y 11 mujeres, de edades comprendidas entre los 20 y los 45 años, identificados como presuntos autores de los mismos delitos.

La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con la EUROPOL y con los cuerpos policiales de 22 países diferentes.