Una era la mujer con quien había compartido parte de su vida, cuando fue, durante 44 años, miembro de la Policía Nacional, y la otra, la mujer con quien ahora tenía una relación que habían dejado hace poco. Juan Fortuny, comisario jubilado, este 20 de agosto las asesinó a ambas. Y después, de manera cobarde, se mató con una pistola para evitar tener que responder ante la justicia por esta atrocidad, un nuevo crimen de violencia machista. Un crimen que aún duele más y se hace más incomprensible, si cabe, cuando quien lo perpetra —supuestamente— es un agente o un exagente de la policía, quien, también supuestamente, debería proteger la vida. Las dos mujeres con quienes el comisario Juan Fortuny —un alto cargo de la policía española en Cataluña, donde llegó a ser el segundo máximo mando— vivía y había compartido vida.

La ruta macabra de este excomisario de la Policía Nacional comenzó a primera hora de la mañana en la casa que compartía con la que hasta hace pocos días era su pareja, Pilar, una mujer de 60 años. La mató, supuestamente, de un disparo. La investigación deberá aclarar los hechos, pero según han explicado fuentes familiares a los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos que llevan el caso, la mujer había decidido acabar la relación con Fortuny y el hombre estaba pendiente de abandonar el piso que compartían en Rubí, donde ella, Pilar, había trabajado en el Ayuntamiento del municipio. Todo parece indicar que este fue el detonante de este macabro hecho.

Ruta macabra hacia Castellbisbal

Después de este crimen, el hombre se dirigió hacia Castellbisbal, donde vivía su exmujer, con quien había compartido gran parte de su vida, Maria Àngels, una mujer muy conocida en este municipio del Vallès Occidental, donde había tenido un restaurante. Corrió la misma suerte que la mujer de Rubí. En la planta baja, donde hay un aparcamiento, el hombre volvió a abrir fuego y, supuestamente, la mató. Después, hizo lo mismo y se quitó la vida el excomisario Juan Fortuny, con el arma corta particular que aún tenía.

El aviso de los hechos lo dieron miembros de la familia de la mujer, que alertaron a la policía. Cuando entraron en los dos pisos, se encontraron con los tres cadáveres. La información, en primera instancia, era confusa. Los agentes de la DIC de la Región Metropolitana Norte tardaron en atar cabos y poder relacionar el crimen de la calle de la Música de Rubí con el de la calle de Bellasguard de Castellbisbal. La sorpresa aún fue mayor cuando se confirmó que una de las tres víctimas mortales era el excomisario de la Policía Nacional, retirado desde el año pasado —fue homenajeado cuando se jubiló—, y que todo parecía indicar que había sido él quien, antes de matarse, había asesinado a las dos mujeres en un caso de violencia machista en nuestro país.

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Juan Fortuny, el excomisario de la Policía Nacional, supuesto autor del doble crimen machista / ACN

La noticia, cuando se pudo aclarar, corrió como la pólvora entre todos los mandos de la policía española y también de otros cuerpos con quienes habían compartido reuniones y encuentros con el comisario retirado. La estupefacción también se extendió entre los vecinos de las dos mujeres. Ninguna de las dos mujeres había denunciado antes al comisario Fortuny y, según el Tribunal Superior de Justicia, que con los juzgados de guardia de los dos lugares se encargó de levantar los cadáveres, no había ningún procedimiento abierto. Lo que sí se confirma, sin embargo, es que la violencia machista no entiende de clases sociales ni de trabajos. Es transversal, y un alto cargo de la policía también puede ser un criminal que de manera incomprensible termine con la vida de dos personas a las que había amado.

Consternación de Salvador Illa

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha asegurado este martes que actuará “con toda la contundencia y recursos para defender la vida y la seguridad de las mujeres”. En un mensaje en la red social X, Illa se ha mostrado “consternado” por el doble asesinato machista en Rubí y Castellbisbal. “Una tragedia que muestra que la violencia machista es una realidad cruel que debemos combatir con firmeza. No podemos permitir esta lacra insoportable”, ha continuado Illa, que ha apostado por “hacer más, todos juntos y juntas, con el Govern al frente”.