Maider es una chica de Vitoria, País Vasco, que hace tres años que reclama encontrarse de nuevo con su hija Amira, de cuatro años, que fue secuestrada por su padre, Mohamed el-Habib Cherifi, que la tiene retenida en Argelia. El chico maltrató continuamente a Maider durante su relación y está acusado de violaciones, robos y agresiones en varios países europeos.

Una relación de violencia de género en Vitoria

Según ha adelantado Caso Abierto, la historia empezó en julio de 2016, cuando la pareja se conoció.

Esta trágica historia estuvo llena de mentiras desde el principio: Maider tenía 17 años y él fingió tener la misma edad, a pesar de tener unos 20 años. Después Mohamed al-Habib Cherifi le prometió libertad y amor eterno, pero lo que se desencadenó fue una relación de malos tratos y control.

En medio de la violencia diaria se enteraron de que la chica se había quedado embarazada y continuó adelante sin dudar. Pero, sin piedad, los insultos y las agresiones aumentaron, hasta el nacimiento de la bebé, una niña a quien le pusieron el nombre de Amira. Maider justo acababa de cumplir los 18 años.

Un viaje a Argelia, país de origen del padre

La pequeña Amira sufrió un soplo en el corazón al nacer que requería control médico, pero antes de que cumpliera los cinco meses, Cherifi organizó un viaje a Argelia, su país de origen, en 2018, para que su familia conociera al bebé.

La familia de Maider, que estaba al corriente del maltrato y del historial del chico, intentó impedir el viaje, sin éxito. El 1 de mayo se marcharon, llegando a la ciudad de Orán, donde todo desembocó en una tragedia.

El padre de Amira decidió que la niña sería musulmana, y se obsesionó con el tema. Nada más llegar a la ciudad argelina, en el taxi, agredió a Maider, cogiéndola por el cuello.

El viaje familiar solo duró dos días, hasta el 3 de mayo. Aquel día, después de un nuevo episodio de violencia de género contra la chica, Cherifi escondió a la bebé y echó a Maider de la casa, para después llevarla al aeropuerto.

Allí la amenazó con no volver a ver a su hija si no cogía el vuelo que él le mandaba. Aterrorizada, la chica subió al avión y no volvió a ver a su niña hasta muchos meses después.

Secuestra a Amira con cinco meses en Orán

Después de volver a España, y según el relato recogido por Caso Abierto, el secuestrador se fue de Orán para mudarse también a Vitoria, donde todo había empezado.

Pero llegó solo. A Amira, según se pudo demostrar, la dejó en Argelia con unos amigos y con unos familiares, sin ninguna intención de devolverla a la madre.

Maider inició entonces un procedimiento para recuperar a su hija, que ha durado hasta el momento.

Primero, el Juzgado de Violencia de Género de Vitoria dictó una orden de alejamiento, la prohibición de sacar a la niña de territorio nacional y la retirada de pasaporte de Cherifi.

El chico no respetó ninguna de las medidas y en septiembre del 2018 se le retiró la patria potestad, pero sin efecto: Amira seguía en paradero desconocido.

Un juicio que dura años para recuperar a su hija

La Ertzaintza empezó entonces a rastrear la vida del agresor en España, a través de varios delitos cometidos por él mismo. Paralelamente, la justicia argelina consideró el abandono de la niña, culpando a Mohamed, pero nunca otorgando ningún derecho a la madre del bebé.

Amira acabó en un Centro Social argelino mientras Cherifi acosaba a Maider, rompiendo la orden de alejamiento y las medidas de protección de la chica.

Nuevos crímenes cometidos por Cherifi en Francia hicieron saltar la alarma policial y entonces el argelino desapareció. En febrero de este 2021 se dictó una Orden Europea de Detención por los delitos cometidos en los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre de 2020 en diferentes regiones del país galo.

Cherifi, violador y maltratador

Al padre de Amira se le acusa, según ha podido saber el medio citado, de ser el responsable de una organización criminal que habría cometido, entre otros delitos, agresión sexual con arma, detención ilegal, extorsión y robo con violencia en territorio europeo.

Además, él mismo está acusado como presunto autor de dos violaciones más, utilizando un arma blanca. Huyendo de estas acusaciones, se marchó de nuevo a Orán.

Poco después de la llegada de Cherifi, se localizó a Amira en la ciudad argelina y Maider viajó también al país africano para solicitar judicialmente la custodia allí.

Durante siete meses, la joven madre vivió en Orán, en casa del obispado francés, esperando la sentencia. A lo largo de ese tiempo pudo ver a la niña en contadas ocasiones, con vigilantes y tiempo limitado.

Maider, condenada a no estar nunca más con su hija

El 14 de marzo de este año, la justicia argelina decidía que Amira tenía que volver con su padre. Se recurrió la sentencia, pero se denegó el recurso.

Y ahora la batalla queda entre tribunales españoles y argelinos. En España, Cherifi está condenado por violencia machista y no tiene ningún derecho como padre sobre la menor.

Pero en Orán eso no importa: dictan que la niña tiene que vivir con él y ya no hay posibilidad de apelaciones ni recursos.

El principal argumento son las raíces de la niña en el país, que no son compatibles con los derechos de Maider, que no habla árabe, motivo por el cual ha quedado "condenada" a no estar nunca más con su hija.