Ecuador declaró la guerra al narco después que una banda asaltara un canal de televisión de Guayaquil el pasado 9 de enero. Ahora, se ha logrado dar un golpe contra el tráfico de drogas en la ruta entre Guayaquil y Málaga en una operación conjunta entre la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, por la parte española, y la Policía de Ecuador. Los incidentes violentos en el país sudamericano hicieron reaccionar al presidente Daniel Noboa, que ni siquiera  llevaba dos meses en el cargo, y las fuerzas armadas se enfrentaron al crimen organizado que había utilizado el enclave ecuatoriano como punto de entrada y salida de estupefacientes producidos, mayoritariamente, en los vecinos Colombia y Perú. Pero esta batalla ha llegado a territorio español y ha llevado a hacer caer una de las principales puertas de entrada de cocaína a Europa, a través del puerto de la ciudad andaluza.

Así ha sido el gran golpe contra la cocaína en España y Ecuador

La Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional de Ecuador han realizado -y siguen llevando a cabo- una operación conjunta tanto en España como en Ecuador. Los cuerpos han hecho de manera simultánea 21 entradas y registros en España y 56 en Ecuador, en los que se han intervenido más de 40.000 euros en efectivo, gran cantidad de inmuebles, vehículos de alta gama y diversos productos financieros. Respecto a la droga intervenida, en estos momentos no hay datos exactos, pero las autoridades creen que este cártel sería el responsable del intento de introducción de al menos 3.200 kilos de cocaína en Europa, los cuales tenían como origen el país sudamericano y destino diferentes puertos europeos.

Los agentes de los tres cuerpos participantes en esta macrooperación transfronteriza han detenido a un total de 30 personas -18 en Ecuador y 12 en España-, de momento, que formaban parte de una organización criminal asentada en la provincia de Màlaga, en su ramificación española, y en Guayaquil, en su base ecuatoriana. Se les considera responsables de la introducción y distribución de grandes remesas de cocaína en Europa desde Sudamérica por vía marítima, así como la inversión de los beneficios ilícitos en España. Pero aunque el epicentro ha sido la ciudad andaluza, se han llevado a cabo nueve registros en Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Granada y Cádiz, así como otros 33 en localidades de Ecuador. Por lo que no se descartan más detenciones tanto en ambos Estados como en otros de la Unión Europea.

Más de trece millones de euros y mucha cocaína

La organización contaba con una gran experiencia en la introducción en la Unión Europea de grandes cantidades de cocaína utilizando novedosas técnicas para escapar de los controles establecidos, y contando para ello con un complejo entramado empresarial internacional, el cual les permitía introducir en el circuito legal los beneficios obtenidos ilícitamente. De hecho, se cree que sería la responsable de al menos 3.200 kilos de este estupefaciente introducido en el continente europeo.

Respecto al circuito estructurado del cártel, del cual se ha detenido a los principales responsables, se ha conseguido ver la cantidad de dinero que se había invertido de forma dudosa en viviendas en España. Así, se han bloqueado gran cantidad de inmuebles, valorados en más de trece millones de euros. También se encuadran en este entramado de blanqueo vehículos de alta gama y relojes de lujo, así como otros productos financieros. La operación continua abierta por parte de la Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional de Ecuador, y no se descartan nuevos arrestos. 

El albanés Dritan Gjika es el líder del cartel

Los detenidos, de nacionalidades ecuatoriana, española, argentina, colombiana, albanesa y china, están involucrados en al menos once operaciones para llevar a Europa cargamentos de cocaína producida en el Valle del Cauca (Colombia) a través de embarques de banano en puertos de Ecuador. Según la policía ecuatoriana, el líder del cártel es el albanés Dritan Gjika, que no se encuentra entre los detenidos, y que está vinculado al empresario ecuatoriano Rubén Chérres, que el año pasado fue asesinado después de que se revelara una investigación policial que indagaba en los nexos que tenía con este supuesto narcotraficante