La Policía Nacional rescató, el pasado 2 de agosto, a una mujer secuestrada en una finca de Palma, en Mallorca, después de que la víctima consiguiera enviar su ubicación en tiempo real a un amigo por WhatsApp. Estuvo retenida durante varias horas por dos hombres, que abusaron sexualmente de ella, después de llevársela desde un bar contra su voluntad. Los agentes pudieron detener a los dos sospechosos, acusados de los delitos de agresión sexual y detención ilegal, y están pendientes de pasar a disposición judicial.

Uno de los detenidos era conocido de la víctima

Según las declaraciones de la mujer, la noche de los hechos salió a tomar algo por su barrio, y coincidió en un establecimiento con un conocido suyo que iba acompañado de un amigo. Los tres pasaron un rato charlando y bebiendo, pero la mujer se sintió incómoda por el comportamiento del amigo de su conocido, y les dijo que quería marcharse del bar. El hombre que ya conocía se ofreció a llevarla con el coche, a lo que ella accedió. No obstante, el otro hombre también subió al vehículo, y, en vez de ir a donde ella había pedido, se dirigieron a una finca a las afueras de la localidad.

Al darse cuenta de que la estaban llevando a otro sitio, la mujer envió un mensaje a un amigo, alertándolo de lo que pasaba, y también le envió su ubicación en tiempo real. Durante el recorrido, el hombre que ella no conocía empezó a hacerle tocamientos que ella rechazó. A pesar de eso, el hombre seguía insistiendo, mientras el otro no hacía nada para evitarlo. Al llegar a su destino, la hicieron entrar en la finca por la fuerza, y prosiguieron con los tocamientos.

Salvada gracias a la ubicación del WhatsApp

Mientras tanto, el amigo a quien había enviado los mensajes alertó a la policía, y varias patrullas se dirigieron a la finca, utilizando la ubicación que la mujer había enviado al amigo. Cuando llegaron, los agentes le preguntaron a la mujer si se encontraba bien, pero los dos detenidos la empujaron al interior del domicilio para que no pudiera hablar con ellos. Ella empezó a gritar pidiendo ayuda, y los agentes entraron en la vivienda y arrestaron a los dos hombres, liberando a la víctima.