La Policía Nacional, en una operación conjunta con las policías de Francia, Italia y la República Dominicana, ha desmantelado un grupo criminal dedicado a la explotación sexual de mujeres que operaba, entre otros lugares, en Figueres. En el operativo, se han liberado 41 víctimas y se han producido diez detenciones en los diferentes países, tres de ellas en la capital del Alt Empordà, por los presuntos delitos de tráfico de seres humanos con finalidades de explotación sexual, pertenencia a organización criminal y delitos de prostitución y blanqueo de capitales.
Gestionaban las citas desde un call center de Figueres
Las mujeres eran explotadas sexualmente en pisos de citas de Francia. Estos encuentros se gestionaban desde un call center de prostitución de Figueres, así como desde otro de la localidad italiana de Rho. Desde dichos puntos se publicaban los anuncios ofreciendo servicios sexuales, se contestaban las llamadas de los clientes, se concertaban las citas y se enviaba a las mujeres a los pisos donde debían ejercer la prostitución, haciéndose cargo de los billetes de tren para que se pudieran desplazar. Más tarde, la organización estableció una tercera sede logística en la República Dominicana.
Los proxenetas seguían el modelo de sex-tour, una forma de turismo con la finalidad de mantener relaciones sexuales con prostitutas. Los clientes creían que hablaban directamente con las mujeres, pero en realidad lo hacían con las personas que había en los call center. Las víctimas estaban obligadas a mantener relaciones sexuales con los clientes en las condiciones que les decían. Las mujeres eran cambiadas continuamente de lugar para que no se detectara la actividad criminal y para que no pudieran establecer ningún tipo de vínculo en las ciudades donde eran trasladadas.
Diez detenidos y 41 mujeres liberadas
A raíz del descubrimiento de anuncios sexuales en páginas web francesas gestionadas desde España, se abrió una investigación que permitió descubrir el grupo criminal. Los investigadores comprobaron que las mujeres eran explotadas en apartamentos ubicados en Francia, cedidos por propietarios que sabían lo que se hacía en su interior. De hecho, algunos de ellos también colaboraban anunciando los servicios sexuales.
Finalmente, en una operación conjunta entre las policías de los cuatro países, se efectuaron 20 entradas y registros en domicilios, tres de los cuales en Figueres, catorce en Francia, dos en Italia y uno en la República Dominicana. Se intervinieron dos vehículos de alta gama, más de 70.000 euros en efectivo, 100 teléfonos móviles, joyas, relojes y documentación relacionada con la investigación. Además, se detuvieron diez personas, tres de ellas en Figueres, y se liberaron 41 víctimas.