El '10' del Barça, ahora ya con 18 años a sus espaldas, vive un momento dulce. En EnBlau hablan de él por su pareja, la rapera argentina Nicki Nicole, por la relación que mantiene con el futbolista de Mataró. Pero no todo son buenas noticias en casa de Lamine Yamal. Este 14 de agosto hizo un año que su padre fue apuñalado tras una trifulca con unos vecinos en Rocafonda, el barrio de Mataró donde vivían. Más de 365 días después de los hechos, que por suerte no dejaron secuelas graves al padre del delantero del FC Barcelona, ahora el jugador ha roto el silencio sobre estos hechos en una entrevista con José Ramón de la Morena en el pódcast Resonancia de Corazón. “Estaba en el coche, venía de comprar ropa y me llevaba mi primo (era menor de edad todavía). Me llamó mi prima y me lo contó. Me empezaron a llegar más llamadas”, apunta en la conversación con el mítico periodista. Él, asegura, quiso ir hasta Mataró para encontrarse con su padre, que había sido trasladado al hospital. "Lo primero que quise hacer fue bajarme del coche e ir a la estación para llegar a Mataró", explica. Pero no pudo.

"No me dejaron salir"

"No me dejaron ir. Me llevaron a casa y me encerraron. No me dejaron salir", ha recordado. No fue hasta horas más tarde que pudo hablar con él y confirmar que, aunque seguía ingresado, estaba fuera de peligro. Por seguridad no le dejaron ir a Mataró. Al día siguiente había entrenamiento con el primer equipo. Yamal quizás todavía no había explotado como la temporada pasada, pero ya era muy conocido. “Al día siguiente fui a entrenar y hablé con mi padre, que me dijo que todo estaba bien. Lo fui a ver al hospital y todo se tranquilizó”, apunta en la misma conversación.

La investigación por el apuñalamiento fue rápida. Se detuvo a los implicados y se espera que se celebre el juicio pronto. Igualmente, se espera que pueda haber sorpresas y se ha pedido que el padre de Yamal, además de ser víctima, también sea investigado por los incidentes previos al enfrentamiento que le costó una cuchillada. En el barrio de Rocafonda, reivindicado por el jugador del Barça, exhibiendo el código postal, la familia mantiene un negocio, un bar, en el corazón del barrio, que sigue siendo punto de encuentro.