Fin de semana intenso para los agentes de la Policía Local de la Bisbal d'Empordà. El viernes tuvieron que intervenir en dos robos muy violentos, con agresiones tanto a las víctimas como a los mismos policías. En los dos casos, ocurridos solo con horas de diferencia, pudieron detener a los delincuentes, de perfil multirreincidente, aunque el segundo individuo, una mujer, tuvo que ser arrestado dos veces después de atacar a los agentes una vez quedó en libertad.

Tres ladrones arrinconan y atacan a un repartidor a pie de calle

El primer suceso tuvo lugar cuando faltaban diez minutos para las dos del mediodía del pasado 26 de julio. En comisaría registraron una llamada que informaba sobre una pelea entre varias personas en medio de la calle de Cavallers, junto al Pont Vell. Varias patrullas se desplazaron y encontraron a un repartidor y una persona que huía corriendo. El delincuente, un joven de 28 años y nacionalidad marroquí, con un historial de 22 detenciones policiales, no llegó demasiado lejos: fue interceptado y esposado por los agentes. Mientras tanto, la víctima explicó al resto de la patrulla que, mientras hacía una entrega, tres hombres se le acercaron y, aprovechando que tenía la furgoneta abierta, le sustrajeron el teléfono móvil.

Cuando se dio cuenta de ello, se enfrentó con ellos, haciendo que dos de los supuestos ladrones escaparan a la carrera. No así el joven que finalmente pudo ser detenido: atacó al repartidor, dándole un fuerte empujón que lo dejó tirado en el suelo y le arrancó la cadena de oro que tenía al cuello. Entonces fue cuando llegaron las patrullas y pudieron arrestar al individuo, acusado de un robo con violencia.

Una mujer intenta robar en un súper y agrede a los agentes

El mismo viernes, alrededor de las once de la noche, la Policía Local volvió a ser requerida por un robo. En este caso, se trataba de una mujer de 50 años y nacionalidad española, con ocho antecedentes, que había entrado en un supermercado 24 horas del paseo Marimon Asprer e intentó llevarse varios productos. El trabajador del local adivinó sus intenciones y llamó a la Policía. Las patrullas llegaron a tiempo para impedir el hurto, pero la ladrona se puso muy violenta y agresiva y llegó a agredir algunos de los agentes antes de ser detenida.

Horas más tarde, ya en la madrugada de sábado y una vez en libertad, la misma mujer apareció cerca de un vehículo calcinado -aunque no tiene nada que ver con el incidente- y volvió a enfrentarse con los agentes, propinando una patada a uno de ellos. Por eso, volvió a ser arrestada, acusada de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad.