El juicio por la agresión sexual doble en un piso en Manresa en diciembre de 2019 revela cómo una de las víctimas saltó por la ventana para buscar ayuda: "No sabía ni en qué piso estaba, pero era la única manera que vi para huir".
Juicio de la doble violación de Manresa
La Audiencia de Barcelona ha juzgado este martes los hechos que tuvieron lugar en Manresa en 2019, una doble agresión sexual a dos chicas, una de ellas menor de edad.
Todo empezó el 9 de diciembre de 2019, cuando las dos víctimas, una de ella tenía 15 años, fueron a tomar algo en un bar. Allí conocieron a uno de los acusados.
Ante el tribunal las dos han reconocido que bebieron mucho y que no recuerdan cómo acabaron en el piso, ocupado, en la calle del Hospital, donde ocurrieron los hechos.
Las chicas han explicado que se despertaron cuando ya era de día dentro del piso y fue entonces cuando los acusados las obligaron a mantener relaciones sexuales.
Si no lo hacían, los chicos amenazaban con incluso la muerte: "Me dijo que me haría un Pablo Escobar mientras sostenía un cuchillo en la mano", ha asegurado la menor de edad.
"Tuve la sensación que abusarían de nosotros y no nos dejarían libres, que nos querían matar", ha añadido la otra en el juicio.
No sabía en qué piso estaba cuando saltó por la ventana
La menor, que en el momento de la violación tenía 15 años, ha explicado que uno de los acusados se llevó a su amiga a una cama y el otro a ella a otro.
Aunque ella pedía que quería marcharse, no le hizo caso y la penetró. "Me hizo heridas en la espalda y me quitó la ropa a la fuerza", ha relatado.
Al cabo de unos minutos escuchó cómo su amiga se tiraba por la ventana.
La otra chica, mayor de edad, ha explicado que en su caso el hombre le enseñó un cuchillo y la amenazó para que le hiciera una felación.
Después de unos minutos le dijo que no se encontraba bien y se levantó hacia la ventana.
Fue entonces cuando se tiró, rompiéndose las dos muñecas. "Fue la única manera que vi para huir", ha dicho, reconociendo que no sabía ni en qué piso estaba. Los vecinos avisaron pues a la policía.
Al enterarse de la caída, el hombre que presuntamente penetraba a la menor salió del piso, y la menor también pudo escapar. El otro agresor se quedó dentro.
Los acusados niegan haberlas violado y amenazado
Por su parte, el acusado de agredir sexualmente a la menor ha negado que las relaciones no fueran consentidas y ha asegurado que la joven le pidió 50 euros.
Ha negado rotundamente que la amenazara con un cuchillo y ha asegurado que desconocía que la chica fuera menor de edad. Ha añadido que cuando él se marchó las dos víctimas todavía estaban en el piso.
El otro acusado lo ha negado absolutamente todo. Ha explicado que las dos jóvenes se presentaron en el piso con otro hombre y su amigo y que después de beber se durmió.
Según su relato, lo despertaron unos gritos al día siguiente, miró por la ventana y vio la chica caída, y un rato después la policía llegó y lo detuvo.
En el juicio también ha testificado uno de los policías locales que fue al lugar de los hechos al recibir la alerta de los vecinos, así como los Mossos que practicaron las detenciones y tomaron declaraciones a las jóvenes.
Los forenses han aportado en sus declaraciones que las lesiones que presentaban las víctimas podrían corresponder a los hechos narrados y que la muestra de semen que recogieron en la víctima menor corresponde a uno de los acusados.
Once años de prisión por violar a una menor en Manresa
La fiscalía pide para el acusado de agresión a la menor 11 años de prisión y después 10 años de libertad vigilada por un delito de agresión sexual, con violencia y penetración.
También una multa de 900 euros por un delito leve de lesiones. En concepto de responsabilidad civil exige una indemnización de 10.140 euros.
Para el otro acusado pide 10 años de prisión y también 10 años posteriores de libertad vigilada por un delito de agresión sexual con intimidación y penetración; y un año de prisión por el de lesiones. Con respecto a la responsabilidad civil impone un total de 12.220 euros.
La defensa de las víctimas, por su parte, considera que ha quedado probado el delito de agresión sexual, así como que hubo violencia e intimidación por parte de los acusados.
Además, señalan que los argumentos que estos han dado para negar los hechos "no son creíbles".
Por el contrario, la defensa de los acusados pide la absolución de los dos y han alegado que faltan pruebas, como el cuchillo con que presuntamente las intimidaron, que no se encontró.