El objetivo del joven de 25 años que ayer por la noche saltó de manera temeraria sobre un tren y murió en el acto, completamente calcinado después de tocar la catenaria de un tren Alvia en la estación de Lleida, aún no se ha aclarado. Los Mossos d'Esquadra se han hecho cargo de la investigación para averiguarlo, sobre todo para saber exactamente qué le llevó, a él y a su compañero, un joven de 24 años, también magrebí como la víctima mortal, a intentar entrar al tren por arriba, saltando desde un paso elevado, aprovechando que el convoy estaba parado en la estación. Tienen una hipótesis.

El vídeo del momento fatal

El vídeo del momento de los hechos, pixelado por la crudeza de las imágenes, muestra cómo el hombre, después de acceder a la parte superior del tren, quedó electrocutado y su cuerpo quedó envuelto en llamas. De nada sirvieron los esfuerzos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), que solo pudieron confirmar la muerte del hombre. Su compañero tuvo que ser atendido también herido, aunque no se teme por su vida. El hombre se hizo daño al caer del tren por el susto, pero también sufrió un episodio de ansiedad al ver a su compañero envuelto en llamas.


Las investigaciones de los Mossos d'Esquadra tendrán que avanzar, y el testimonio del acompañante será clave, así como el de los vigilantes de la estación y los agentes de los Mossos que, durante la tarde, ya habían interceptado a los dos hombres intentando acceder a uno de los trenes de alta velocidad que, después de hacer parada en la capital del Segrià, se dirigía hacia Barcelona. Precisamente este era el caso del Alvia en el que intentaron subir hacia las ocho de la tarde, momento del fatal desenlace. Horas antes ya habían intentado acceder a otro convoy con destino a Barcelona, lo que hace pensar a los Mossos que la intención de los dos hombres era viajar en tren hasta la capital catalana esquivando las medidas de seguridad de la estación de Lleida-Pirineus.

Murieron en el acto

No calcularon la peligrosidad de entrar al tren por arriba. Los 30.000 voltios de la catenaria fueron mortales. Del susto, el segundo hombre, aunque no llegó a tocarla, cayó al suelo y resultó herido. El incidente dejó el tren sin funcionar y, hasta que no se pudo retirar el cadáver y hacer la inspección de la zona con equipos de la policía científica, no se reabrió la circulación. Fue necesario desconectar el tren de la red eléctrica para poder hacer la extracción del cadáver del joven, lo que también generó problemas en todo el sistema ferroviario de alta velocidad que pasa por la estación de Lleida.

Cientos de personas tuvieron que modificar su trayecto, y algunas incluso tuvieron que acabar el recorrido por carretera, en un servicio que Renfe habilitó. Hacia las diez y media de la noche Renfe informó del restablecimiento de la tensión en la catenaria y que se volvieron a poner en circulación. Protecció Civil, que había activado la prealerta del plan Ferrocat, ha dado la emergencia por finalizada.