Los vecinos del municipio madrileño de Daganzo de Arriba han despertado este miércoles con la noticia de la muerte de una mujer de 56 años a manos de su propio hijo, de 23, después de asestarle ocho puñaladas. El chico también ha atacado a su padre, de 69 años, quien ha sufrido una herida en el abdomen y ha tenido que ser trasladado al hospital de Torrejón de Ardoz, donde ha ingresado en estado leve. Por su parte, el joven ha quedado detenido y ha sido trasladado a la unidad psiquiátrica del hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde a estas alturas está custodiado por agentes de la Guardia Civil.

Los hechos han tenido lugar en torno a las dos de la madrugada de este miércoles, en una casa unifamiliar de la calle El Gallardo Español, número 1. Cuando faltaban diez minutos para las dos, el teléfono de emergencias 112 registró una llamada según la cual informaban de que en el interior del domicilio había una mujer con heridas de arma blanca que podría haber muerto. Los servicios de emergencia movilizaron varias dotaciones de la Guardia Civil y de la Policía Local, así como ambulancias del Summa. Al llegar al lugar, la mujer ya había fallecido, "sin posibilidad de reanimación", según los sanitarios.

Ataca a sus padres con un cuchillo de cocina

Según las primeras informaciones, el joven habría atacado a los padres de madrugada, por causas que a estas alturas los investigadores del Instituto Armado están tratando de averiguar. El detenido se abalanzó sobre su madre, primero, apuñalándola hasta ocho veces con un cuchillo de cocina, provocándole lesiones que han acabado siendo mortales. El padre, quien intentó pararlo, también fue apuñalado en el abdomen, pero su condición es leve y no se teme por su vida. Un equipo de psicólogos ha tenido que asistirlo a causa del fuerte ataque de ansiedad que estaba sufriendo, antes de evacuarlo al hospital.

Por su parte, el detenido también presentaba cortes en las manos, ninguno de gravedad. Al llegar a la policía lo encontraron dentro de la vivienda, cubierto de sangre y con el cuerpo sin vida de su madre al lado. Aunque los sanitarios intentaron hacer todo lo posible para salvarle la vida, la mujer ya había muerto desangrada antes de que llegaran y no pudieron hacer nada más que certificar su muerte.