Unas tortillas de patatas envasadas han provocado un brote de botulismo con varias personas afectadas en diferentes comunidades autónomas. A estas alturas se han podido confirmar cuatro casos, dos en Valladolid, uno en Asturias y otro en Galicia. Además, hay tres posibles casos en Madrid, Andalucía y el País Valencià, que todavía se están investigando. El Grupo Palacios, empresa que fabrica el producto, ha decidido retirar las tortillas de los puntos de venta y pide a las personas que ya lo hayan comprado que se abstengan de consumirla. Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) se ha pedido a las diferentes comunidades autónomas que se aseguren de que las tortillas afectadas no se están comercializando.
La Aesan alertó ayer sobre la posible relación entre el brote detectado de botulismo y la consumición de unas tortillas de patatas envasadas por parte de las víctimas. Al abrirse la investigación, el mismo Grupo Palacios anunció la retirada voluntaria del producto de los puntos de venta como medida de precaución. Además, también anunciaron que detenían temporalmente su fabricación en la planta industrial de Mudrian, en Segovia. Hasta ahora, los productos se comercializaban bajo diferentes marcas blancas en los supermercados Lidl, Alcampo, Eroski, Consumo, DIA, Ametllet, Condis, El Corte Inglés, Carrefour.
Tres de los intoxicados, ingresados en la UCI
El Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES) ha confirmado los cuatro casos de botulismo. Se trata de dos ciudadanos italianos que comieron la tortilla en Valladolid y dos personas, de 49 y 50 años, que comieron sus tortillas en Galicia y Asturias. En estos dos últimos casos, las víctimas tuvieron que ser ingresadas en la UCI por su estado de salud grave. Además, hay tres casos de intoxicación más, a falta de confirmación oficial, que estarían relacionados con el brote.
En uno de estos casos, el de una persona de 49 años en Madrid, también ha tenido que ser ingresada en la UCI. Los otros son una persona de 43 años en el País Valencià y una de 27 años en Andalucía. En todos los casos, las víctimas habían comido tortilla de patatas en el mismo periodo, entre el 19 de junio y el 5 de julio, aunque las habían comprado en diferentes cadenas de supermercados y tenían marcas diferentes.