Surrealista. Así es la situación que en las últimas semanas está viviendo Manuel Caamaño Pais, un vecino de 79 años de Mazaricos, en la Coruña, que el pasado 26 de diciembre descubrió que las instituciones públicas hacía un año y medio que lo habían dado por muerto. Fue al ir a sacar dinero en un cajero automático cuando se dio cuenta de que, sin su consentimiento, se habían producido varios movimientos en su cuenta, de la cual le habían retirado 20.180 euros. Al ir a la entidad bancaria a preguntar que había pasado, allí le dijeron que era el Estado quien le había retirado todo aquel dinero que correspondía a su pensión de jubilación.
Con el fin de averiguar qué podía haber pasado, fue a una oficina de la Seguridad Social, tal como ha detallado a Telecinco, y allí le explicaron que en todos los ficheros oficiales constaba que hacía casi un año y medio que había muerto, concretamente en agosto del 2022. De hecho, los 20.000 euros que le habían retirado era la pensión que le habían pagado, supuestamente de más, desde entonces. Además, al darlo por muerto, también había perdido el derecho a los servicios sanitarios o al cofinanciamiento de los medicamentos, entre otras cosas. Sin embargo, nadie se dio cuenta de ello ni notificó durante todo este tiempo que se trataba de un error y que el hombre estaba vivo.
Una letra, el origen de la confusión
Desde que tuvo conocimiento del error, Manuel ha visto cómo su vida se ha vuelto en un periplo para intentar deshacer el problema, yendo de una oficina a otra para confirmar a todo el mundo que está vivo. Ya ha conseguido que lo vuelvan a inscribir en el padrón municipal del ayuntamiento, así como en el Registro Civil, uno de los pocos lugares donde todavía figuraba que estaba vivo. En la Seguridad Social, en cambio, todavía lo dan por muerto y los 20.000 euros que le sacaron todavía no le han retornado. Con respecto al origen del error, Manuel ha podido averiguar que el mismo día en que supuestamente murió, quien perdió la vida fue un vecino de Muro, también en la Coruña, que se llamaba prácticamente igual que él. Solo cambiaba una letra del segundo apellido. Era París, no Pais.