Los ladridos incesantes del perro del vecino pueden convertirse en algo de insoportable con el paso del tiempo, y es el origen de más de una discusión entre los inquilinos de un mismo edificio. A un joven de Palma lo acabaron deteniendo el pasado martes después de intentar matar a otro hombre que había protestado porque su mascota no paraba de ladrar. El arrestado, de 29 años y nacionalidad española, lanzó un cuchillo de cocina de grandes dimensiones por el balcón, apuntando hacia el vecino, después de amenazarlo de muerte durante una fuerte discusión.

El incidente tuvo lugar el pasado 19 de marzo por la tarde, en un bloque del barrio de La Mare de Déu de Lluc. Uno de los inquilinos, harto de los ladridos del perro del vecino, se plantó ante la puerta para pedir que hiciera callar al animal, pero el dueño de este no le abrió la puerta. Entonces el hombre salió al balcón, donde empezaron a discutir, uno recriminando al otro que su perro no callaba y que le estaba causando muchas molestias. La discusión pasó de los gritos a los insultos y de allí a las amenazas, hasta que el propietario del animal entró nuevamente dentro del apartamento.

Le lanzó un cuchillo de cocina

Al salir, volvió a amenazar de muerte al vecino que se había quejado por los ladridos del perro, y le acabó lanzando un cuchillo con una hoja de 18 centímetros que acababa de coger de la cocina con el objetivo de herirlo gravemente. El vecino, por suerte, pudo esquivar el arma, y volvió a su casa para avisar a los servicios de emergencias de lo que acababa de pasar. Poco después, una patrulla de la Policía Local de Palma se personó en el inmueble, y tomaron declaración a los dos hombres.

Después de escuchar las dos versiones, detuvieron al propietario del perro, acusado de un delito de amenazas. También requisaron el cuchillo que había lanzado contra el vecino, y trasladaron el caso a la Policía Nacional, que abrió una investigación al respecto.