La Guardia Urbana de Barcelona (GUB) detuvo ayer a un hombre que paseaba por el distrito del Eixample con una maleta cargada de droga. Cuando los agentes se acercaron, el hombre empezó a correr, pero después de una breve persecución pudo parárselo y, al abrir la maleta, se vio que tenía trece kilos de cocaína dentro.

Los hechos tuvieron lugar poco después de las tres de la tarde, cuando una patrulla de la Guardia Urbana vio a un hombre con una maleta que actuaba de forma muy sospechosa por la zona de la Sagrada Familia. El hombre parecía muy nervioso por algún motivo, el que llamó la atención de los policías. Los agentes se acercaron y, al intentar identificarlo, el sospechoso empezó a correr, intentando huir de los policías. Después de una rápida persecución, pudieron atrapar al fugitivo y cogerle la maleta. Cuando abrieron la maleta pudieron ver porque se había marchado corriendo el hombre sospechoso, y es que dentro llevaba trece kilos de cocaína, envueltos en varios fardos. Aparte de la droga, también se le requisaron al hombre un par de teléfonos móviles, los dos de su propiedad.

Viene de París con una maleta llena de droga

No se trata de la única persona que se atrapó ayer con cocaína en la maleta. La Policía Nacional detuvo a dos personas en la estación Barcelona Nord que llevaba 30 kilos de cocaína en unas maletas, escondidos en potes de jabón, paquetes de café y entre la ropa. Los agentes vieron a un hombre muy nervioso, que estaba esperando el bus mientras miraba el móvil constantemente. Poco después, llegó el autobús de París, y una de las personas que bajó del vehículo sacó dos maletas de la zona de carga, se acercó al hombre que esperaba y le dio una de las maletas. Los agentes los pararon para inspeccionar las maletas y descubrieron que iban cargadas de cocaína, en total, unos 30 kilos. Los dos entraron a prisión.