El juzgado de violencia sobre la mujer número 4 de Barcelona ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre detenido este pasado lunes después de que confesara haber matado a su mujer en Castelló, en el País Valencià. El hombre, según ha podido saber ElCaso.com, salió de la casa donde residía con la mujer, la víctima, pasó por casa de su padre y por la noche llegó en tren a la estación de Sants. Cuando vio a dos agentes de los Mossos d'Esquadra, se entregó y confesó los hechos. Los agentes confirmaron con la Policía Nacional, que ya estaba investigando los hechos, y lo detuvieron. Este miércoles ha pasado a disposición judicial y ha sido enviado a prisión, a la espera de que sea ahora el juzgado de Castelló de la Plana quien siga el caso.
La causa contra él está abierta por un supuesto delito de homicidio o asesinato. Según informaron fuentes policiales, la mujer tenía 47 años. La Delegación del gobierno español en el País Valencià confirmó que el caso se investiga como violencia machista. Aunque actualmente no había ninguna orden de alejamiento vigente del hombre hacia la víctima, sí que había habido una en cumplimiento de una sentencia condenatoria que expiró el 5 de febrero de 2023. En concreto, el detenido acumula tres sentencias por delitos de amenazas, maltratos y quebrantamiento de condena respecto a la víctima, dictadas por un juzgado de violencia sobre la mujer y un juzgado penal entre agosto de 2021 y marzo de 2022. La última sentencia, por un quebrantamiento, se dictó en marzo de 2022 y, a través de ella, se impuso al hombre una pena de ocho meses de prisión, que cumplió hasta noviembre del mismo año.
La versión de él
Según ha explicado él mismo, fue la noche del 1 al 2 de septiembre cuando, después de volver de un bar de haber tomado cervezas con su pareja, con quien, si bien habían tenido problemas, mantenía una relación que iban retomando según el día —el día 28 de agosto habían vuelto a ser pareja, según su versión—, se quedaron dormidos. Él tenía miedo de que unas personas amigas de ella le hicieran daño, y por eso cogió un cuchillo de cocina, asegura, para defenderse.
En un momento dado, sin embargo, cuando ella estaba durmiendo, le clavó una puñalada y vio que la herida era "muy mala" y pensó que era mejor clavarle tres puñaladas más, lo que le provocó la muerte, según recoge la interlocutoria firmada por la magistrada Carmen Sánchez-Alboroz a la cual ha tenido acceso ElCaso.com. El cuerpo de la mujer presentaba cuatro puñaladas.
El hombre ha confesado que después de estas últimas puñaladas tiró el cuchillo en un lugar que no recuerda, cubrió el cuerpo de la mujer con una manta, fue a casa de su padre, cerca del lugar de los hechos, y luego tomó un tren hasta Sants, donde se entregó y confesó los hechos. Aunque el hombre, de nacionalidad española, con antecedentes, iba muy bebido y es consumidor habitual de metadona, ha explicado todo el relato de los hechos al juzgado sin dudar ni entrar en contradicciones, lo que ha hecho que la magistrada haya creído la versión del arrestado.
Riesgo de escapar
A pesar de ello, y que ha confesado, la jueza no quiere que el hombre escape o se esconda y no pueda ser juzgado y, por ello, ha aceptado la petición de la Fiscalía y lo ha enviado a prisión acusado de un delito de homicidio, de momento, que puede aumentar y ser calificado como asesinato.