La Policía Nacional ha logrado identificar el cuerpo de la mujer que apareció muerta en el interior de una alcantarilla en Málaga (Andalucía) el pasado martes. La víctima se llamaba Ángela Mérida, tenía 60 años y estaba desaparecida desde el mes de mayo. Los agentes han detenido a su hijo adoptivo como principal sospechoso. Las tareas de identificación, que se llevaban a cabo desde ayer, no han sido fáciles, debido al avanzado estado de descomposición que presentaba el cuerpo.
Pasados escasos veinte minutos de las doce del mediodía, los vecinos de la barriada de Teatinos, en el norte de Málaga, se sorprendían ante un macabro hallazgo: en el interior de una alcantarilla de un descampado apareció el cuerpo de una mujer, con visibles signos de violencia. El primer aviso lo dieron unos operarios que se encontraban trabajando en el atasco de una tubería del mismo descampado. Al abrir la alcantarilla, encontraron ahí un cuerpo, por lo que alertaron a la policía, y varias dotaciones de la Policía Nacional, así como de los Bomberos, se personaron en el lugar de los hechos para extraer el cadáver, no sin dificultades. El cuerpo, según afirman los testigos, estaba atascado en la tubería que los operarios debían arreglar, y finalmente se necesitó una grúa para poder sacarlo y trasladarlo, según ha sabido el medio local Málaga Hoy.
La víctima es una mujer que había desaparecido el 23 de mayo
Las tareas de identificación, si bien no han sido fáciles, han tenido éxito. Los agentes de la Policía Nacional han logrado dar con la identidad del cuerpo: una mujer de 60 años llamada Ángela Mérida y vecina de Málaga, según ha sabido el medio Málaga Hoy. Ángela desapareció el pasado 23 de mayo y, desde entonces, nadie sabía nada de ella. De hecho, Ángela vivía a pocas calles del lugar donde se ha localizado su cuerpo: el hallazgo fue en la calle Juan de Robles, y ella residía en la calle Carril del Capitán, una distancia de menos de 200 metros. El exmarido y los hijos adoptivos de la víctima vivían en un edificio situado justo delante.
La causa de la muerte podría ser un estrangulamiento
Los agentes han confirmado que la causa de la muerte "podría haber sido un estrangulamiento", a falta de los resultados de la autopsia. Lo que sí han confirmado es que la mujer murió escasos días después de su desaparición, probablemente el 25 de mayo. La policía también cree que el autor de los hechos no escondió el cuerpo en la alcantarilla desde el principio, sino que lo trasladó posteriormente.
La Policía Nacional ha detenido al hijo adoptivo de la mujer desaparecida
La investigación se encuentra abierta y, por ahora, no puede confirmarse ni desmentirse ninguna hipótesis. No obstante, los agentes de la Policía Nacional, tras realizar una serie de inspecciones en la vivienda de la víctima, así como en la de su exmarido e hijos, detuvo a uno de los hijos adoptivos de la víctima como sospechoso. El detenido es el hijo menor, de quien, por el momento, se sabe que era usuario de sustancias estupefacientes. Los agentes sostienen que el móvil del crimen podría haber sido económico.
La localización del cuerpo, su estado y los signos de violencia hicieron que la Policía activara el protocolo judicial
La ubicación donde fue encontrado el cuerpo, así como su avanzado estado de descomposición, el cual indicaba que el cuerpo había estado ahí varias semanas, hicieron pensar a los agentes que la muerte no había sido accidental. El cadáver, además, tenía claros signos de violencia, motivo por el que la Policía Nacional confirmó sus hipótesis y activó el protocolo judicial ante una muerte violenta. La investigación ha pasado a manos del grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial que, desde ayer, intentaba identificar el cuerpo, a pesar de las dificultades, por la descomposición del cuerpo.