Los agentes de la Guardia Urbana de Reus tuvieron una noche del jueves muy movida por culpa de conductores que cogían completamente borrachos un patinete eléctrico. Hacia las doce y cuarto de la madrugada, recibieron un aviso que había una persona tendida en medio de la vía en la avenida del Comerç de la capital del Baix Camp. Según la persona que llamó a los servicios de emergencias, a su lado había un patinete eléctrico y pensaba que podría tratarse de un accidente y que el hombre estuviera herido.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios agentes, que comprobaron que el individuo a duras penas se podía poner de pie y presentaba claros signos de estar bajo el efecto del alcohol o las drogas. El mismo hombre explicó a los policías que, efectivamente, había sufrido un accidente cuando circulaba con el vehículo de movilidad personal y que había acabado en el suelo. Rechazó recibir atención médica, ya que no tenía ninguna lesión importante, pero los agentes le hicieron la prueba de alcoholemia, que dio un resultado de 1,28 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Durante la hora posterior se le hicieron dos pruebas más que dieron resultados todavía más altos: 1,49 mg/l y 1,38 mg/l. Por este motivo se le denunció administrativamente y se le multó con 1.000 euros. En el caso de haber estado conduciendo un coche o una moto, habría multiplicado por seis la tasa máxima permitida y se habría enfrentado a una posible pena de prisión y retirada del carné.

Segundo borracho que conduce un patinete eléctrico la misma noche

El hombre accidentado no fue el primer conductor borracho de un patinete eléctrico que la Guardia Urbana de Reus denunció el jueves por la noche. Hacia las once y media, una patrulla había detectado otro vehículo de movilidad personal haciendo eses en la plaza de Hércules. Los agentes lo pararon y comprobaron que el conductor presentaba evidencias de haber consumido alcohol o drogas. Se le hizo una primera prueba de alcoholemia que dio un resultado de 0,79 mg/l, seguimiento de otra al cabo de un rato que dio 0,85 mg/l. Por este motivo, también fue sancionado administrativamente y multado con 1.000 euros.